Casas están full de tobos

Arturo López-HR | LA PRENSA.- Los apartamentos y vi­viendas de las urbaniza­ciones privadas de La Mora tienen nuevos adornos desde hace 10 días aproximadamente.

Pipas, potes y tobos se puede ver en cualquier residencia de este sector en Palavecino porque las fallas en el suministro de agua tiene a los habitan­tes obstinados. Son casi 6 mil personas las afectadas por las fallas en la distribución ya que el servicio es inconstante y solo llega durante la madrugada.

Los vecinos aseguran que no tienen ningún ti­po de calidad de vida con los horarios en los que les llega el agua. “A veces tenemos que levantarnos en las madrugadas para poder recoger agua, es un horario inhumano”, aseveró Cielo Arenas.

Otro habitante del sec­tor, Elier Chirinos, afir­mó que el agua a su con­junto residencial llega a las 2 de la madrugada y que solamente dura dos horas y cuando no la po­nen a esa hora llega a las 4 de la mañana.

Y si no tener agua en horario normal es la que­ja, las piedras hacia Hi­drolara aumentan cuan­do llegan las facturas de cobro pues lo que deben pagar es como si tuvieran agua las 24 horas los 365 días del año por lo caro que es.

Yulitza Peña apuntó que son casi 5 mil bolíva­res los que paga cada apartamento por el servi­cio de agua. En su con­junto son 63 apartamen­tos por lo que calculan que se recauda cerca de 315 mil bolívares por conjunto residencial.

Pedro Nieto, habitante de otro bloque residen­cial de La Mora, confir­mó que cuando fue a pa­gar su último recibo en Hidrolara, le comenta­ron que vendría un aumento del 60% para su conjunto, lo que sería al­rededor de unos 175 mil bolívares.

Todos los vecinos con­sultados concordaron con que los horarios no son acordes para las per­sonas, pues se tienen que levantar en la ma­drugada a recoger agua, y esta solamente llega dos horas. Así como también manifestaron sus quejas por los constantes au­mentos del servicio, pues la calidad es mala y no es a todas horas que pueden gozar del mismo.

Los mismos acordaron hacer una carta con todos los problemas que pre­senta cada conjunto resi­dencial y enviarlo a Hi­drolara, para obtener una pronta respuesta pues la situación es bastante fuerte y ya no aguantan.