William Croes | LA PRENSA.- Las mafias se han enquistado en los mercados municipales del área metropolitana. Tanto en Iribarren como en Palavecino comerciantes han forjado un negocio redondo con el alquiler ilegal de los puestos. Se han lucrado poniéndole precio a las aceras y cualquier espacio de las calles donde operan los mercados itinerantes.
Las políticas populistas de algunos alcaldes que han puesto el derecho al trabajo por encima del orden y el cumplimiento municipal permitieron que durante años cogiera cuerpo este negocio ilegal que consiste en hacerse con ciertas porciones de territorio, en el que colocan varios tarantines y los arriendan a otros informales.
La reubicación del mercado municipal de Cabudare ha develado la presencia de mafias y su manera de operar. “Con los censos que hemos realizado desde 2013 hasta 2016 hemos podido comprobar que hay comerciantes que tenían hasta 15 puestos”, detalla Francisco Castillo, director de políticas públicas de la Alcaldía de Palavecino.
Castillo precisa que un puesto es alquilado entre 60 mil y 300 mil bolívares mensuales según la temporada. Si es temporada baja cada puesto de 2×2 metros es alquilado entre 50 y 60 mil, pero en diciembre el alquiler se explota a tal manera que puede llegar a 300 mil bolívares.
Manuel Cols, director de la Alcaldía de Palavecino señala que 90 % de quienes alquilan estos puestos no son habitantes del municipio. Las investigaciones que han hecho con el cotejo de los censos arrojan que en su mayoría habitan en Iribarren y que tienen tarantines en otros mercados itinerantes como el San Juan, El Obelisco, entre otros.
En Iribarren también se da la práctica ilegal de alquilar los espacios que pertenecen al municipio. Mafiosos han monopolizado los puestos de mercados itinerantes y sus tarifas de arrendamiento superan a las de Palavecino. Un puesto en el San Juan puede costar 80 mil bolívares mensuales, lo que representa 20 mil bolívares cada domingo por el alquiler de un tarantín de dos metros.