Joelis Sosa | LA PRENSA.- Se cansaron de esperar a Hidrolara y resolvieron. Los habitantes de la calle 43 con carreras 29 y 30, conjuntamente con los dueños de dos talleres mecánicos de la zona arreglaron un bote de agua que los tenía seco y, de paso, taparon unos huecos en plena avenida.
Las personas no le dieron más tiempo a la hidrológica de la gobernación y decidieron reparar con sus propias manos el bote de agua y el pasado viernes arreglaron el asfaltado de la calle 43 que quedó en muy mal estado producto del desborde.
Nos fuimos a la ferretería, compramos los tubos y arreglamos la tubería que estaba rota porque si no lo hacemos se sigue perdiendo el agua y nadie hace nada”, afirmó José Leal, quien explica que el bote no sólo afectaba las calles de la comunidad sino que también a sus hogares, pues llegaba menos a los chorros.
Residentes del sector explican que en varias ocasiones llamaron a Hidrolara, pero la respuesta que recibían era que no tenían cuadrillas, cosa que generó descontento en los vecinos.
“Hace dos meses pasó una cuadrilla. Nosotros nos alegramos, pensamos que iban a reparar el bote, pero no, venían era a cortarle el agua a una vecina. Para eso si tienen cuadrilla”, rezongó Yorman Sequera sobre lo eficiente de Hidrolara para los cortes. La tubería tenía un hueco pequeño por eso se les hizo fácil repararlo. Pero el deterioro de la vía se convirtió en el fuerte dolor de cabeza de quienes tienen locales en la cuadra porque aseguran que estaban perdiendo clientela.
Con palas, picos y queroseno se armaron los miembros de los talleres mecánicos “Jhonatan” y “Eduardo”, donde durante la mañana del viernes comenzaron a arreglar la calle porque los huecos eran enormes.
La tan transitada 43 quedó mejor que antes. Vecinos le hacen un llamado al alcalde Alfredo Ramos para que se asome con su plan “Asfaltado Parejo”.