Osman Rojas | LA PRENSA.- Visitando una a una las farmacias del centro de la ciudad, acompañado por su nieta, anda José Rivero González, un señor de 65 años que sufre de diabetes y que por ninguna parte consigue la insulina lantus, tratamiento necesario para controlar su enfermedad.
“Le dije a mi hijo que la buscara en Maracaibo, pero allá tampoco la consigue. Estoy es esperando el golpe y ya no sé qué hacer. Al PSUV fui a buscar ayuda, también en la gobernación pero ellos dicen que no tienen medicamentos de ese tipo”, denunció el señor sentado en un banco de la plaza La Mora.
Rivero cuenta que hace tres meses no toma su tratamiento y en ese período de tiempo ha sido hospitalizado un par de veces en el CDI de Tamaca. “Vivo mareado y ya la visión me está fallando. La semana pasada me caí y el doctor dice que eso es porque no me he tomado el tratamiento”, lamentó.
Parecida es la historia de Juan Carlos Tovar, paciente diabético que tiene dos meses buscando la insulina y todavía no consigue el tratamiento. “Me tiembla todo”, alcanzó a decir el señor antes de subirse al carro para ir al Locatel del oeste a ver si allí encontraba el medicamento.
Actualmente, los pacientes que sufren de enfermedades como la diabetes están contra la pared por la escasez de medicamentos que hay a nivel nacional. Según Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, la escasez de insulina roza el 98%, situación que tiene contra las cuerdas a los enfermos crónicos.
“El problema sigue siendo la deuda que se tiene con las casas farmacéuticas. Se debe más de 800 millones de dólares a los laboratorios y la producción y distribución de medicamentos, como la insulina y el Janumet (pastilla tomada por las personas que sufren de diabetes) está parada en su totalidad”, denunció Ceballos.
César Rivas, coordinador de Lara Entera por la Salud, se mostró alarmado por la situación y pidió al Ejecutivo nacional un derecho de palabra para sincerar la situación de los enfermos en el país. “Si seguimos así nos vamos a quedar sin enfermos, pero no porque los sanamos, sino porque se mueren”, aseveró Rivas.