Mariana Toro | LA PRENSA.- A finales del mes de agosto de este año, apareció el primer reporte sobre el avistamiento de «payasos siniestros» en las calles de Estados Unidos, al parecer el paciente 0 de esta epidemia que parece salida de una película de terror fue un niño de Greenville, Carolina del Sur, que corrió donde su madre para contarle que había visto a dos payasos entre los árboles y que le había susurrado «cosas extrañas».
La extraña tendencia ha preocupado al mundo entero y fue hasta hace pocos días que las autoridades estadounidenses se pronunciaron al respecto, la Casa Blanca publicó un comunicado al respecto donde explican que las autoridades toman muy en serio «las amenazas a la seguridad de las comunidades afectadas».
«Obviamente, esta es una situación que las autoridades policiales locales toman muy en serio, y deben revisar cuidadosamente y a fondo las amenazas a la seguridad de la comunidad y deben hacerlo de forma prudente», declaró Josh Earnest, secretario de prensa de la Casa Blanca, el pasado 4 de octubre.
Según informes oficiales, 12 personas han sido arrestadas por vestir disfraces o utilizar máscaras de payasos y deambular en diferentes comunidades de USA , sin embargo, los casos han escalando y ya no son sólo avistamientos, los individuos han causado daños a la propiedad e incluso amenazado a varias personas.
En las redes sociales son miles las imágenes y videos que se han publicado al respecto, desde grabaciones de vigilancia donde los «payasos siniestros» se quedan observando fijamente a las cámaras, e incluso saludan, hasta imágenes de los personajes en medio de caminos, carreteras o escondidos entre los árboles portado cadenas, cuchillos o bates, como si esperaran el momento adecuado para atacar.
Se extienden por el mundo.
La policía de Gatineau, Quebec, Halifax, Nueva Escocia, Cape Breton y Bowmanville, Ontario, Toronto y Ottawa, también han recibido denuncias de avistamientos de «payasos siniestros». Y el pasado lunes, diversos medios australianos informarón que el extraño fenómeno llegó a esa nación oceánica.
«Parece ser una copia de los incidentes que recientemente se han registrado en EE UU», señaló la policía de Victoria en una declaración que publicó en su página de Facebook, donde también asegura que no tolerará ningún comportamiento amenazador, intimidante o antisocial.
Payasos se defienden
Ante tanto desprestigio para los sonrientes animadores, el payaso profesional Jordan Jones lanzó el movimiento #ClownLivesMatter en un intento por cuidar la reputación del gremio, aunque no ha sido bien recibida en las redes sociales.
Por su parte, Randy Christensen, presidente de la Asociación Mundial de Payasos, sostuvo que quienes tienen como objetivo asustar o cometer crímenes vistiendo disfraces de payasos, «distorsionan un arte bueno, sano y limpio».
Miles Leahy, representante de Clowns Canadá, coincide con esa opinión. «¡Por favor intenten recordar que estas personas no son payasos! Se visten como payasos, nada más«, escribió en su página de Facebook.
¿Por qué nos dan miedo los payasos?
El profesor Mark Griffiths, psicólogo de la Universidad de Nottingham Trent, dice que los payasos tienden a dar miedo por su apariencia exagerada y su representación del mal en películas.
«La mayoría de las personas no tienen miedo a los payasos en su día a día, pero la cara de un payaso ha pasado a formar parte de una cultura del susto. Hay un estereotipo del payaso desagradable, malvado, misterioso. Si nos fijamos en los payasos lo que tendemos a encontrar es que parte de su cara o pies son exagerados, enormes narices, bocas de miedo y cabello exorbitante».
Desde Heath Ledger en Batman a It de Stephen King, hay personajes escondidos detrás de caras de payaso asesinando gente o haciendo cosas realmente desagradables.