Osman Rojas | LA PRENSA.- Sin pastillas en la farmacia y con los anaqueles de comida prácticamente vacíos está el Hospital Psiquiátrico El Pampero. El centro que alberga a 76 pacientes en la actualidad siente fuertemente los efectos del desabastecimiento en los mercados y la escasez de fármacos que hay en el país.
Evila García, jefe de enfermeras de El Pampero, denunció la grave situación que atraviesa el centro médico y pidió al Gobierno nacional que se mejore el suministro de fármacos en la institución.
“Inductivos de sueño no tenemos de ningún tipo y tampoco hay anticonvulsivos en el almacén. Hemos tocado fondo con la escasez y esto es algo que nos preocupa muchísimo porque estos pacientes no pueden suspender por nada del mundo sus tratamientos”, dijo García.
La fallas con la distribución de comida también preocupa al personal que labora en la institución y es que, aunque la comida sigue llegando al El Pampero con regularidad, las cantidades no permiten elaborar un plato balanceado a los pacientes.
“Por ser personas que toman antidepresivos de forma regular hay que tener siempre la alacena llena para cuando los enfermos sufran de ansiedad; sin embargo, aquí se come lo poquito que hay y muchas veces los pacientes quedan fallos porque se les da poco para que rinda”, dijo una enfermera que no quiso revelar su nombre.
A principios de año El Pampero denunció que sus pacientes sufrían de malnutrición por la poca comida que llegaba al centro médico y el personal que allí labora teme a que esa situación se haya agravado por culpa de la escasez.
Este miércoles una comisión de la Defensoría del Pueblo fue hasta El Pampero para constatar la situación del centro médico y prometió ayudar a la institución lo antes posible. “Si el gobierno tiene comida que mande porque aquí se están muriendo los pacientes”, concluyó la enfermera.