José Miguel Najul | LA PRENSA.- La coalición opositora ha desarrollado varias tácticas para potenciar la capacidad de recolección de voluntades a favor del referéndum revocatorio. Éstas, se conjugan para conformar una estrategia que pretende impedir el colapso de los centros electorales y la pérdida de firmas a causa del horario de trabajo establecido por las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En total, la Mesa de la Unidad Democrática cuenta con 92 centros de votación y 345 máquinas cuyo mecanismo de votación está regido por el concepto de “municipalización”, lo que quiere decir que, el votante puede sufragar en cualquier
punto, siempre y cuando esté dentro del mismo municipio en el que sufraga tradicionalmente.
Roberto Sánchez, coordinador operativo de la MUD en Lara, explica que, como el reglamento impide el traslado de electores entre las jurisdicciones -como se hizo cuando recabaron el 1% de las firmas, con lo que constituyeron a la Mesa como el equipo promotor del proceso refrendario-, lo harán entre parroquias.
“Si los centros de Concepción, Catedral o Juan de Villegas están colapsados, por ejemplo, el traslado se realizará hacia otras parroquias como Buena Vista o Juares, donde hay menor densidad poblacional”, explica Sánchez.
El método de ingreso de electores se basará en una proporción de 8 jóvenes por cada 2 personas de la tercera edad. Utilizan esta técnica para incrementar la celeridad del proceso, ya que las huellas poco desgastadas de la juventud son más fácilmente reconocibles por los sistemas biométricos.
Además, la agilidad de los menores juega a favor de las estimaciones de la MUD, que calcula el registro de 40 voluntades por hora, como mínimo, en cada una de las máquinas activadas en la entidad.
Zulay Gómez, miembro de la comisión electoral de la Unidad, explica que, en total, el elector que desee manifestar su voluntad a favor del referéndum revocatorio deberá poner cuatro huellas en las máquinas.
“El sistema debe captar, por lo menos, una de las cuatro huellas de los electores, para que la participación de esa persona quede registrada por parte del CNE”, apunta.
En el caso de las personas que carecen de miembros superiores, el operador de la máquina coloca sus propias huellas y se firma un registro de voluntad por parte del elector que recibió la asistencia por parte del funcionario electoral.
Margen cerrado
La capacidad operativa activada por el CNE cierra las posibilidades de que una cantidad mucho mayor al 20% del Registro Electoral Permanente (REP) se manifieste a favor del proceso refrendario en contra del presidente Nicolás Maduro.
En Lara, se requieren 249 mil 972 voluntades, y las máquinas permitirían captar, al ritmo de 40 personas por hora estimado por la Unidad, un total de 289 mil 800, aproximadamente.
Este número lo obtienen al multiplicar el número de votantes estimado (40 por hora) por las máquinas (345 disponibles en Lara) y luego por la cantidad de horas que estará activo el proceso (21 horas entre los días 26, 27 y 28 de octubre, según las declaraciones iniciales del ente electoral, emitida a través de un boletín de prensa oficial).
La oposición había asomado que, gracias al enorme respaldo popular que le refieren las encuestas de popularidad, que rondan el 80 y el 85% en contra de la gestión de Nicolás Maduro, la recolección del 20% podría ser un plebiscito en contra del mandatario nacional, y acusan al CNE de tratar de impedirlo por estar subyugados a los designios partidistas del Ejecutivo.
No obstante, también han pensado en una manera de evitar que, quienes hayan asistido a manifestarse a favor del revocatorio, pero que no hayan podido registrarla a causa del horario caducado, puedan quedar de alguna manera.
“Pondremos toldos a las afueras de los centros que estén habilitados, para que quienes no alcancen a participar por el horario, dejen por escrito que estuvieron allí y que no pudieron firmar por las condiciones que puso el CNE”, añade Sánchez.