Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- Quien le pega a su familia se arruina. Este refrán popular le cayó como anillo al dedo a María de los Ángeles Gil Bermúdez, de 20 años, quien no encontró otra manera de obtener dividendos que aplicarle la fórmula de extorsión a unos familiares suyos.
Todo comenzó el pasado domingo en la noche, cuando una dama acudió a la sede del Conas (GAES número 12 Lara) a denunciar el secuestro de su hijo de cinco años y de su sobrina, quien precisamente es María de los Ángeles.
En ese momento, la señora informa a los funcionarios de este organismo militar, adscrito a la Guardia Nacional Bolivariana, que desde principios de la tarde habían desaparecido sin que hubiese una razón aparente.
En el transcurso del día, ella empezó a recibir llamadas telefónicas de un tipo que le había asegurado que tenía a su pequeño y a su sobrina cautivos, y que a cambio de devolverlos sanos y salvos con sus familiares, debían pagar 10 millones de bolívares.
Rápidamente, una comisión de más de ocho funcionarios del Conas (GAES número 12 Lara) notificó de la situación a la Fiscalía 4ª del Ministerio Público, con competencia en delitos comunes y después recomendó tanto a la madre como el padre del niño dejar en manos de los militares iniciar la negociación previa y posterior entrega de él y la sobrina supuestamente secuestrada.
Los uniformados cuadraron todo para que la entrega de los secuestrados y del dinero exigido por los captores se diera sin mayores traumas; es decir, que el padre fuera quien acudiera a la plaza Jacinto Lara, situada en la calle 23 con carrera 17 para materializar el regreso de los suyos.
Se supo que en el sitio acordado, María de los Ángeles Gil Bermúdez apareció ayer a las 2:00 am con el pequeño, haciéndole creer al padre que los captores accedieron a soltarlos por un momento, con la condición que ella fuera quien regresara adonde estaban los captores para entregarles los 10 millones de bolívares.
Allí fue cuando la comisión del Conas se activó y la detuvo, cumpliendo exitosamente la entrega vigilada sin que se produjeran daños a terceros en los alrededores.
Gracias al cruce de llamadas telefónicas, el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro en Lara detectó que María de los Ángeles Gil Bermúdez (20) fue quien planeó fingir el secuestro de ella y de su primito.
Además, se descubrió que la joven forma parte de un Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada, por lo que seguirán las investigaciones para llegar al fondo de este caso.