Euseglimar González | LA PRENSA.- Un mes después de que Ruperto de Jesús Saavedra, de 40 años, alias el “Bachaco” diera la orden de asesinar al caficultor Arquímedes Soto, el Conas Lara dio con él y lo abatió.
El teléfono celular fue la debilidad del “Bachaco”. Tras varios rastreos de la línea telefónica que hicieron los funcionarios del Comando Antiextorsión y Secuestro (Conas) de Lara, dieron con la ubicación del hampón más buscado dedicado a la extorsión y a mantener azotados a agricultores de Humocaro Alto y Bajo, a quienes cobraba altas sumas en “vacuna”.
La banda del “Bachaco”, liderada por Ruperto, también secuestraba y asesinaba en Humocaro Alto, Bajo, El Tocuyo; Sanare; Quíbor; Chabasquén, en el estado Portuguesa; y Carache, en el estado Trujillo.
Aunque los últimos meses estuvo “enfocado” en Humocaro Alto, pues mantenía extorsionados a los agricultores y productores, a quienes exigía altas sumas de dinero y si no accedían los amenazaba con matarlos o secuestrarles a sus familiares para que pagaran. La carrera por su búsqueda comenzó el 24 de octubre cuando asesinaron a Soto, conocido cariñosamente como “Quime”.
Ayer a las 11:30 de la mañana, una comisión conformada por 11 funcionarios encontró al “Bachaco‘”. Hay dos versiones sobre el hecho. La primera indica que Ruperto estaba reparando las butacas de su Corolla, de color blanco, placa AA635U, en una casa del sector II del barrio Brasil, en Cumaná. Los funcionarios llegaron y él, al notar su presencia, se enfrentó a tiros con el GAES. Una fuente del GAES reveló a La Prensa que el “Bachaco” venía en persecución, hizo un giro en una vereda ciega y, cuando se vio atrapado, decidió disparar contra ellos.
La misma fuente detalló que en la mañana los funcionarios comenzaron a rastrear la línea telefónica usada por Saavedra, pero que fue el GPS del vehículo el que permitió dar con su ubicación exacta. Los militares se fueron hasta la comunidad.
Cuando llegaron al sitio, el “Bachaco” avistó a los uniformados y de una vez aceleró su Corolla. Dentro del carro había otras cuatro personas y se asegura que el delincuente sacó un revólver calibre 38 y comenzó a disparar.
La persecución inició y la patrulla iba detrás del vehículo, pasaron por la calle cinco del barrio y se metieron por la vereda 80. Allí cayó el delincuente más buscado de Lara, mientras que sus compinches seguían disparando y huían. El cuerpo de Saavedra fue trasladado de inmediato hasta el ambulatorio de La Llanada. Tenía cuatro balazos en el pecho.
En el enfrentamiento resultó herido un vecino del sector, identificado como Róger José Zapata, de 32 años, quien era sordomudo, y recibió un disparo en la región intercostal izquierda. Testigos contaron que el hombre salía de su casa cuando inició el tiroteo. Fue ingresado al hospital de Cumaná, falleció en el quirófano mientras lo operaban.
Fuentes policiales confirmaron que Zapata no estaba ligado a la banda del “Bachaco”, y alegan que uno de los hampones que huyó fue el que le disparó al hombre discapacitado.
El “Bachaco” se movía entre Anzoátegui, Sucre y Nueva Esparta, según funcionarios que hablaron a La Prensa bajo condición de anonimato. Hacía apenas cuatro días que se encontraba en Cumaná, donde halló refugio en una vivienda de Jean Carlos Tinoco Araguache, un peligroso delincuente conocido como “Negro malo”, con antecedentes por homicidio.
Tres horas duró el procedimiento en la comunidad, los funcionarios larenses pidieron refuerzos al Conas de Sucre, pues la zona es conocida como un sitio de alta peligrosidad.
Celular lo condenó
El GAES dio con la ubicación del “Bachaco” a través del rastreo de llamadas que salían de su teléfono. Aunque Ruperto, luego del asesinato de “Quime”, se fugó de Humocaro y se fue a esconder a Chabasquén. Luego huyó hacia Anzoátegui, para después permanecer en Margarita y finalmente llegó a Cumaná.
Aunque ayer el GAES abatió al cabecilla de la banda, quedan varias hormigas del “Bachaco”, quienes pueden agarrar el mando de la madriguera y hacer de las suyas.