viernes, 22 noviembre 2024
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Carros quedan parados en talleres

William Croes | LA PRENSA.- Los talleres están aba­rrotados de carros, pero los mecánicos están pe­lando. El alto costo de los repuestos automotrices y el incremento de la mano de obra asfixia a los due­ños de los vehículos quie­nes tienen que hasta ape­lar a créditos bancarios para poder cubrir el gasto de la reparación y poner­lo a rodar nuevamente.

Por lo general, los lunes hay un colón en los talle­res. Son muy pocos los que siguen recibiendo carros, porque están re­pletos. Hay una buena cantidad de vehículos que tienen más de un mes con la capota arriba porque su dueño no en­cuentra el repuesto o está muy caro y no tiene dine­ro suficiente para com­prarlo.

“Hay carros que están parados por una pila de gasolina o hasta por bují­as”, expresa José Galin­do, un mecánico especia­lizado en marcas japone­sas. El experto explica que los repuestos han au­mentado más de mil por ciento entre 2015 y 2016. El precio de la pieza más sencilla cuesta alrededor de 25 mil bolívares, casi un sueldo mínimo.

Una pila de la bomba de la gasolina o el juego de bujías costaba menos de 15 mil bolívares el año pasado. Ahora en las ca­sas repuesteras de la calle 42 venden cada bujía en 20 mil bolívares, lo que es un total de 80 mil bolí­vares sin contar la mano de obra del mecánico.

“Para cambiar el disco, prensa y collarín de un carro sincrónico tuve que pedir un crédito banca­rio”, relata Walter Urda­neta, quien tuvo que gas­tar 230 mil bolívares en la reparación de su ca­mioneta sincrónica con la que trabaja distribu­yendo queso y productos lácteos por todo el esta­do.

El alto costo de los re­puestos tiene vueltos lo­cos a los mecánicos. Uno de los métodos que están aplicando es el de recibir el carro solo si es una re­paración menor. Prime­ro hacen un diagnóstico y luego de que el cliente compre la pieza es que le aceptan el carro en el ta­ller.

“Hay clientes que me pagan con cheques que rebotan y se desapare­cen”, expresa Galindo, que señala que le ha toca­do perder toda una ma­ñana en una agencia bancaria en vez de dedi­carle tiempo a reparar los vehículos. Comenta que le ha tocado ponerse du­ro y no aceptar pagos por partes, porque la mayoría de los dueños de vehícu­los demoran más de la cuenta y la inflación se come las ganancias.

Mecánicos sólo le están aceptando a los clientes de confianza los carros que tengan fallas mayo­res. Hacer un motor está por el orden de un mi­llón y medio de bolíva­res, por lo cual no cual­quiera está en la capaci­dad de hacer la reparación.

El incremento en los re­puestos se debe al alza del dólar paralelo. Casas repuesteras no tienen el acceso a las divisas prefe­renciales para adquirir mercancía hace dos años atrás.

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