William Croes | LA PRENSA.- La señal sale del espectro para no volver. Dueños de emisoras de amplitud modelada (AM) piensan en un primer momento que es una falla técnica, pero no es hasta que el técnico va hasta el sitio que reciben la mala noticia de que han sido hurtados los equipos de transmisión, cada robo es una salida forzosa del aire, hasta nuevo aviso.
En Barquisimeto, la Cámara Larense de la Radiodifusión ha registrado, en el 2016, un total de tres hurtos a los equipos, sin contar los que se han producido en Carora, municipio Torres, donde se calculan que entre tres y cuatro emisoras más han sido sacadas de la frecuencia por los amigos de lo ajeno.
Las radios AM son las más susceptibles a los robos. En primer lugar porque las antenas y transmisores están ubicadas en zonas montañosas y lejanas a cualquier urbanismo. De igual manera, tienen 120 radiales, que contienen una alta cantidad de alambre de cobre que es el material que se cotiza a buen precio en el mercado de la chatarra. Pero lo más grave es el hurto del corazón de la emisora, el transmisor.
Es lamentable que emisoras pioneras como Tricolor, Juventud y Universo hayan tenido que salir del espectro radioeléctrico porque le hayan robado los equipos que son prácticamente irrecuperables”, expresa Freddy Andrade, ex presidente de la Cámara larense de la Radiodifusión, y un hombre con una vasta trayectoria en el mundo de la radio.
El robo del cableado de cobre es un daño que supera el millón de bolívares porque son más de 120 metros que contiene en total. Pero lo más duro y doloroso es el transmisor que está valorado entre 25 mil y 60 mil dólares, si es nuevo, pero uno de segunda mano oscila entre 10 mil y 15 mil, dependiendo del año y el tiempo de uso.
Andrade indica que reponer estos equipos, en este momento, es prácticamente imposible. “Es una compra que se tiene que hacer con divisas preferenciales por dos razones, la primera por su alto costo en el mercado, y la segunda por las severas restricciones que tiene Conatel”.
El espectro radioeléctrico cada vez se hace más chico. El vencimiento y no renovación de ciertas concesiones por razones políticas se conjugan con el hurto de los equipos para apagar voces y eliminar empleos directos.