AFP | LA PRENSA.- La misión en Colombia para verificar el cese al fuego entre las FARC y el gobierno se iniciará el próximo lunes en las regiones, informó este viernes la ONU, también integrante de este mecanismo tripartito vigente pese al rechazo del acuerdo de paz en un plebiscito.
“Vamos a empezar el día 7 de noviembre a monitorear y verificar desde las regiones” el cumplimiento del alto al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo que rige desde el 29 de agosto, dijo en rueda de prensa en Bogotá Javier Pérez Aquino, jefe de observadores internacionales de la misión de las Naciones Unidas en Colombia.
El Consejo de Seguridad de la ONU apoyó el lunes las recomendaciones del secretario general, Ban Ki-moon, para desplegar 400 observadores en Colombia, luego de que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, extendiera el alto el fuego hasta el 31 de diciembre en espera de que se logre un nuevo acuerdo de paz con la guerrilla marxista.
La misión de las “Naciones Unidas va a estar en Colombia hasta tanto sea útil y sea la voluntad de los colombianos que estemos acá”, sostuvo Pérez Aquino, al recordar el mandato del Consejo de Seguridad de mantener la misión.
La misión tripartita realizará visitas a las 26 zonas de preagrupamiento donde se han ido concentrando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal grupo insurgente del país, mientras las partes negocian un nuevo acuerdo de paz tras el rechazo en un plebiscito a lo negociado durante casi cuatro años en Cuba.
Tras el revés en las urnas el 2 de octubre, lo acordado no puede ser implementado, por lo que el gobierno de Santos inició diálogos con los opositores para llegar a un nuevo pacto para superar un conflicto armado de más de medio siglo, en el que han muerto 260.000 personas.
En el marco del rechazado acuerdo, las partes habían solicitado a la ONU la conformación de una misión para verificar el cese al fuego y de hostilidades bilateral vigente, así como el desarme de los insurgentes, alzados en armas contra el Estado en 1964 tras una sublevación campesina.
Pero tras los resultados del plebiscito se desarrolló un nuevo protocolo con directrices de trabajo para la ONU, que hasta ahora se ha dedicado a la capacitación, al mapeo del terreno y al trabajo de preparación necesario para el monitoreo.
Según las partes, desde que entró en vigor el cese al fuego bilateral no ha habido incumplimientos.
En el rechazado acuerdo estaba previsto que los rebeldes se concentraran en 27 zonas del país, donde iba a haber presencia permanente de la ONU, para dejar las armas en un plazo máximo de seis meses.
Ahora, “la gran diferencia” es que hasta que no haya un acuerdo definitivo no habrá presencia permanente de Naciones Unidas en estos lugares, sino visitas periódicas. Algo parecido a “nuestras misiones de paz de separación de fuerzas”, apuntó.
La misión cuenta en este momento con 152 observadores internacionales en Bogotá y en ocho sedes regionales, de los 400 solicitados al Consejo de Seguridad que se espera estén desplegados por completo en enero, aseguró Pérez Aquino, quien auguró que el proceso “va a llegar a buen puerto” por el compromiso y confianza de las partes.