Osman Rojas | LA PRENSA.- El ingenio de los venezolanos ha salido a flote en medio de la crisis. Recetas que parecían olvidadas han vuelto a la palestra y alimentos que no eran prioridad a la hora de hacer mercado, como la chayota o la remolacha han calado de tal forma que ahora son buscados con desesperación por las amas de casa.
“A la gente le toca desempolvar las recetas de la abuela. En los 70 y 80 la gente comía más vegetales que carnes y a eso hemos vuelto. La crisis obliga a que las personas se inventen las recetas para que el sueldo les alcance”, explicó Alejandro Fernández, vendedor de verduras, frutas y hortalizas en el centro de la ciudad.
Fernández asegura que en los últimos dos meses las ventas se han duplicado. La gente está llevando mucho más vegetales para resolver las comidas, dejando atrás productos como el pollo o la carne por el elevado precio. “Diciembre siempre es bueno porque las personas compran para las hallacas, pero este año las ventas se dispararon desde septiembre”, cuenta.
Según los especialistas, el cambio alimentario en los larenses se debe a la situación del país. Para los nutricionistas, el elevado costo que tiene la carne hace que muchos se decanten por comer sano. “El ser humano se adapta y eso es lo que el larense está haciendo. Nadie tiene para comprar carne, pollo o pescado para todo un mes como se hacía antes y es por eso que ahora vemos este comportamiento”, resalta la nutricionista Alicia Castellano, vicepresidenta del Colegio Nacional de Nutrición en Lara.
A pesar de que la nutricionista ve con buenos ojos el hecho de que muchas personas opten por comer sano, Castellano invita a los larenses a no olvidar las carnes. “En todo se debe tener un balance. La gente está perdiendo peso, porque todos ahora mismo se empeñan en matar el hambre y no en alimentarse. La carne o el pollo aportan nutrientes al cuerpo que no deben ser olvidados, es necesario que haya un balance”, detalló.
El Instituto Nacional de Nutrición ha iniciado campañas como “Agarra dato, come sano” invitando a la población a balancear sus platos.