Euseglimar González | LA PRENSA.- “¡Ay Dios!, hay un hombre muerto en el techo”, fue lo primero que vio un comerciante ayer a las 7:00 de la mañana en la calle 26 entre carreras 27 y 28. Al instante, los curiosos se acumularon en el sitio para saber de quién se trataba.
Daniel Antonio Sánchez, de 53 años, murió aparentemente por recibir un corrientazo en el techo de una vivienda, justo al lado de donde residía.
“Ese es Daniel, sí es Daniel”, decían dos señoras, mientras observaban el cadáver que quedó tendido boca abajo en el techo de acerolit. Vestía short, de color azul marino, estaba sin franela y descalzo.
Los vecinos al darse cuenta de que se trataba de Daniel llamaron a sus familiares, quienes salieron de la vivienda inmediatamente y al verlo no salían del asombro. La tristeza embargó a los allegados.
“La mamá pensó que andaba haciendo colas en las ferias de Cecosesola, porque no lo vio al amanecer”, dijo una mujer allegada a la familia Sánchez.
Sobre el suceso hay dos versiones, la primera es que presumen que Sánchez iba a robarse una lámpara de la casa e intentaba meterse a la parte interna de la vivienda y la otra, según dada por sus familiares a los funcionarios, es que él estaba acomodando la lámpara.
La versión de la familia no fue confirmada por La Prensa, pues se negaron a dar detalles, los vecinos comentaron que pese a que Daniel era muy tratable con toda la comunidad, estaba metido en “problemas” de droga.
El cadáver quedó encima del techo, entre las manos de Daniel estaba la lámpara que supuestamente estaba hurtando. Bomberos de Iribarren llegaron al sitio para prestar ayuda con el rescate del cuerpo sin vida, pero no fue sino hasta que llegó el Cicpc que hicieron el levantamiento del cadáver.
“Quizá estaba drogado para hacer eso, cómo se va a montar en el techo, descalzo y de paso de madrugada”, soltó una mujer. Curiosos señalan que lo qu
e le pasó a Daniel fue por la lluvia, pues creen que porque el techo estaba mojado se electrocutó.
Los propietarios de la vivienda se encuentran en España, hace más de un mes se mudaron para ese país, según informó un vecino de la comunidad. Se pudo conocer que Daniel vivía junto a su madre, en la casa de al lado en donde murió. El hombre deja un hijo huérfano. Allegados relataron que Sánchez durante su juventud jugaba béisbol.