Guaro Mirón| LA PRENSA.- Recorriendo el centro de Barquisimeto, me dejó intrigado una fila de personas haciendo cola para sacar dinero en un cajero automático, pero mientras lo hacían algunos se tapaban la nariz con un pañito y otros arrugaban el rostro mientras miraban un charco de agua en plena calle 31 entre carrera 19 y 20.
Al acercarme al lugar me percaté que se trataban de aguas negras trabajadores de la zona me llegaron para saludarme y contarme que el colapso provienen de una sede de la Policía Nacional en la cual, desde la calle sólo se ve la parte de atrás en construcción pero por la parte de adelante ya esta terminada y funciona normalmente.
Los amigos que terminaban de sacar dinero salían casi corriendo como si los estuviesen persiguiendo tratando de escapar del mal olor. Trabajadores confesaron que temen denunciar por tratarse de una sede del Estado y por tal motivo me pidieron el favor que los ayude a denunciar esta situación que los tiene con el estómago revuelto desde hace 4 meses.
En todo el frente funciona un local de comida rápida el cual ha tenido un declive en la clientela por la contaminación de las aguas negras. A nadie le va a gustar papear y a la vez aspirar semejante olor putrefacto.