Euseglimar González|LA PRENSA.- “Un excelente compañero y amigo”, eran las expresiones que los polinacionales decían sobre José Ramón Dorantes, de 41 años, quien fue asesinado el miércoles por unos hampones. Ayer fue su sepelio.
El cuerpo de José fue llevado hasta la coordinación general de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) para que sus compañeros le rindieran honores. Sobraron las palabras de aliento hacia sus familiares y recordaron sus anécdotas.
La mañana de ayer, los compañeros pidieron un minuto de silencio por el PNB asesinado en manos del hampa. Durante ese minuto las lágrimas corrían por las mejillas de sus familiares y amigos, sólo se escuchó llanto. El féretro se mantuvo abierto durante los pocos minutos que el cuerpo estuvo en la sede.
Como se recordará, el pasado miércoles José intentó salvar a su sobrino de unos hampones que lo intentaron despojar de sus pertenencias en la carrera 22 con calle 31. Al ver lo que sucedía sacó su arma de reglamento y le disparó a uno de los hampones para repeler la acción, pero el delincuente también le disparó, lo dejó malherido y minutos después murió.
En el tiroteo también resultó herido el sobrino Daniel Dorantes, una bala lo alcanzó e impactó en la palma de su mano. Ayer en la mañana cargaba un yeso y un cabrestillo.
“Fue una inesperada partida, pero pido que cuide a todos los policías y seguiremos trabajando con su mismo ímpetu de trabajo”, sostuvo un compañero.
Marlon Ríos, jefe de la PNB, contó que José era un excelente policía. Además que tuvo 24 años de servicio.
Cae un criminal
Según información de Ríos, uno de los hombres, con más antecedentes, que fue asesinado frente a una gasolinera en la avenida Florencio Jiménez el miércoles a las 10:00 pm estaba implicado en la muerte del PNB.
Aunque comentó que funcionarios de la División de Homicidios del Cicpc siguen con las investigaciones.