Arturo López | LA PRENSA.- “Nos toca aceptar los pagos por puntos de ventas porque si no perderíamos muchos clientes”, describió Midenson Méndez, vendedor informal de películas en el centro de Barquisimeto cuando le toca recurrir a cobrar por tarjeta y así poder mantener su negocio.
Este recurso han tenido que aplicarlo mucho vendedores informales porque los clientes no manejan tantos billetes para cancelar sus cuentas y se aplica desde que comenzó la incertidumbre con el billete de cien bolos.
Tal es el caso de Virginia Colmenares a quien le tocó pagar unos collares que se compró en un buhonero por punto de venta.
“Antes estas cosas tan sencillas se pagaban con billetes, pero ahora todo es tarjeta. No hay muchos billetes en la calle y además pocos andarán con un billetero en el bolsillo buscando un peligro”, soltó la dama al responder porqué tuvo que cancelar con tarjeta.
Muchos de los buhoneros que alquilan el punto de venta detallan que deben aplicarle un porcentaje más de cobro a los clientes. Endrick Lucena, vendedor de perros calientes, cobra el 5% por cada venta, además del 10% al cliente por pasarle el punto, es decir el vendedor formal, quien es el que alquila el punto, se queda con el 15%.
Endrick atestigua que los clientes a veces se molestan porque tienen que caminar cuadra y media para poder pasar el punto y de paso pagar comisión. A veces los compradores preguntan que si no aceptamos transferencias, “yo las acepto, pero cuando trabajo con mi esposa”. Cuando ella no está Endrick pierde muchas ventas ya que la cuenta la maneja es su esposa.
Hasta los vendedores informales que trabajaron acompañando a la Divina Pastora en su recorrido por Barquisimeto están aceptando transferencias. Naudy Alvarado, buhonero desde el 2007, para poder vender los rosarios, escapularios y pulseras optó por transferencias para poder vender un poco.