E. González/A. León | LA PRENSA.- La muerte de un niño de cuatro años que se intoxicó con yuca amarga el pasado miércoles dejó destrozada a la familia Mendoza y alertó a la comunidad larense sobre el consumo de este tubérculo.
Miembros de la familia confesaron a La Prensa que no sabían que la yuca adquirida a un vendedor local podía generar la intoxicación crónica que causó la muerte del menor y dejó a 7 personas más afectadas.
A través de consultas en internet y una entrevista al ingeniero agrónomo César Arias, citada por el diario Clarín de Aragua, se pudo saber que la diferencia inicial entre ambos tubérculos se nota en la siembra.
La yuca dulce tiene el tallo y las hojas de color verde. Mientras que la amarga posee el tallo de color rojo con verde. Al momento de cosecharlas, la cáscara de la dulce se corta con facilidad, en cambio la de la amarga es dura y no es fácil de cortar.
Al momento de ser sancochada la yuca dulce mantiene su color blanco, mientras que la amarga cambia a amarillo. De no verse a simple vista, se puede notar el color en el centro de la mandioca al ser cortada.
Ayer, los familiares del pequeño estaban en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda retirando el cadáver para darle cristiana sepultura. Bastante tranquilos lamentaban la pérdida y aclararon que ellos no buscan culpables.
“No podemos decir que en la muerte del niño hay un culpable. Ya eso queda en manos de Dios”, expresó la abuela Zenaida Sira, quien junto a la hermana del niño, Francis Chirinos, informaron que él era diabético.
“Somos una familia cristiana. El niño ya está con Dios porque él se lo llevó, porque lo necesitaba”, dijeron casi al unísono.
Explicaron que la yuca que consumieron la compraron cerca de su casa en El Jebe, al norte de Barquisimeto y detallaron que el comerciante que se las ofreció la adquirió en el sector La Playa, que se ubica dentro del Mercado Mayorista (Mercabar).
También aclararon que no sólo yuca comieron los afectados, sino que la mayoría también se alimentó con granos sancochados. Recalcaron que los siete afectados fueron dados de alta el miércoles bajo cuidado e hidratación y están en recuperación.
“De verdad lo que queremos es que se investigue de dónde salió esa yuca para que no afecte a más nadie”, soltó Chirinos en las pocas palabras que expresó ayer ante los medios de comunicación.