Osman Rojas | LA PRENSA.- La tragedia invadió la casa de la familia Mendoza, cuando el “resuelve” para la cena tuvo un efecto adicional al de calmar el hambre. Ayer en la mañana, ocho niños (todos menores de 10 años) ingresaron a la Emergencia del Hospital Pediátrico por haber consumido yuca amarga la noche anterior. Uno de los pequeños murió y los otros siete fueron sometidos a lavado estomacal por recomendación médica.
Según los familiares de los pequeños, todo empezó cuando dos integrantes de la familia fueron a comprar yuca en un negocio ubicado en el callejón 8 de El Jebe, al norte de Barquisimeto. El tubérculo fue sancochado y unas 12 personas, repartidas en tres casas dentro del mismo terreno, comieron, entre ellas los ocho niños.
“Se la tragaron pura porque no había nada más que echarle”, recuerda Alida de Mendoza, abuela de uno de los niños intoxicados.
Al principio no hubo problemas con la cena. Todos comieron a eso de las 6:00 pm y siguieron con su rutina. Los niños jugaron en el patio y los adultos acomodaban todo para irse a dormir, pasadas las 9:00 pm todo el mundo estaba acostado; el día había terminado de forma normal, al menos eso pensaban los padres.
Pero a las 12:00 de la medianoche un ruido despertó a todos en una de las tres casas. Cuando los padres fueron a ver encontraron a uno de los niños vomitando en la orilla de la cama. El pequeño estaba mareado y tenía dolor de cabeza. En menos de 30 minutos otro niño se mareó y le dieron náuseas y así, de a poco, los ocho pequeños que habían consumido yuca terminaron vomitando.
Los adultos le dieron agua a los pequeños y esperaron a ver si se les pasaba el mareo. Así estuvieron durante horas, pero cuando eran las 5:00 de la mañana el primero de los niños que vomitó empezó a convulsionar. Desesperados, los padres buscaron un vehículo para llevarse a los niños hasta el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga.
En el centro médico el jovencito volvió a convulsionar y a los pocos minutos de haber ingresado a la Emergencia murió. La familia no quiso declarar, en medio de lágrimas se abrazaban a las afueras de la morgue sin creer lo que había sucedido.
“Esto es muy triste, una verdadera tragedia. Los niños estaban bien, comieron y jugaron normal. A todos nos cayó por sorpresa lo que sucedió, siempre hemos comprado verduras allí y nunca habíamos tenido problemas”, dice sorprendida la señora Lilié Mendoza, familiar de los niños intoxicados.
De manera extraoficial, se pudo conocer que la yuca que intoxicó a los niños fue comprada esta semana. Aparentemente, un camión 350 pasó ofreciendo verduras y vegetales y como tenía buen precio el dueño de la verdulería le compró.
Este es el segundo caso de intoxicación por alimento que se registra en Lara en menos de dos meses. En diciembre del año pasado dos personas murieron por consumir arepas de maíz mezcladas con cal. Las autoridades hacen un llamado a la población para que vea bien lo que se come.
En Anzoátegui, también se registraron dos muertes por consumo de yuca amarga. Los médicos dicen que este tipo de tubérculos tiene glucósidos cianogénicos que si no se limpian bien pueden ser tóxicos. Médicos piden a la población que en las próximas tres semanas eviten comer yuca.
Fracasan políticas
Para el doctor Ruy Medina, director Sectorial de Salud en el estado Lara, el Gobierno nacional fracasó en su intento de instalar un sistema de distribución de alimentos paralelos y por eso se ven casos de intoxicación como estos.
“Tengo 50 años ejerciendo y nunca había visto que la gente se muriera por comer yuca. El problema radica en que el hambre en la calle es mucha, cada vez son más los casos de personas que no tienen qué comer e improvisan para matar el hambre”, lamenta el doctor Medina al ser consultado.
El médico considera que el principal error del Gobierno nacional fue creer que con las bolsas del CLAP se solventaría el problema de escasez que hay en el país y por eso responsabilizó al Estado por lo sucedido.
“Hay que ser muy ingenuo para pensar que con una bolsa de cuatro rubros la gente va a comer durante un mes. Hemos tocado fondo y estos casos tienen que abrirle los ojos al Gobierno porque no es normal lo que está pasando. El desespero de las personas lleva a la gente a comer cualquier cosa”, dice preocupado Medina.
El doctor considera que se debe abrir una investigación profunda para evitar que estas cosas sigan pasando. “La vida de ese niño ya no se va a recuperar, pero hay que evitar que esto se vuelva una constante. Ya murieron dos por masa ligada con cal, ahora es yuca. Se está creando un miedo justificado en la población que ya no sabe qué comer”, asevera con tristeza el doctor.