EFE | LA PRENSA.- El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo hoy en Tegucigalpa que “los gobernantes y políticos corruptos se vuelven, directa o indirectamente, explotadores de otros ciudadanos, sus iguales, que han confiado en ellos la administración de los bienes públicos que son de todos”.
“La corrupción es un mal endémico de las democracias contemporáneas. Deteriora la cohesión social, destruye la confianza en las instituciones y reduce la política a una simple actividad primitiva de saqueo que conduce al desencanto popular”, subrayó Almagro en la Casa Presidencial de Honduras.
El diplomático fue recibido hoy en la Casa Presidencial por el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, para ser testigo de la promulgación, por el Ejecutivo, de la Ley de Fiscalización, Transparencia y Financiamiento de Partidos Políticos y Campañas, aprobada por el Parlamento hondureño.
A la ceremonia asistieron altos funcionarios de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, cuerpo diplomático y el vocero de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH), de la Organización de Estados Americanos (OEA), Juan Jiménez, entre otros invitados.