Anaís Mendoza | LA PRENSA.- En un apartamento de la manzana F de la urbanización Alí Primera, en el norte de la ciudad, se realizaba un matiné el sábado en la tarde. Felipe José Rodríguez Pérez (24) acudió a la rumba y cuando salió de la fiesta, a eso de las 10 de la noche, fue asesinado de varios disparos. Un grupo de hombres lo esperó para fulminarlo.
Un vecino que reside en la urbanización explicó, bajo anonimato, que la dueña del apartamento organizó un matiné para recoger fondos por la graduación de bachiller de su hija.
La señora logró hacer la rumba tras colectar varias firmas de los vecinos de toda la torre para que le permitieran llevar a cabo el festejo. Finalmente, el sábado en la tarde se realizó el matiné al cual asistieron varios jóvenes que residen en complejo urbanístico de la Misión Vivienda.
Detalla la fuente que Felipe, conocido por ser azote en ese sector, llegó a la rumba y supuestamente “andaba armado”, pero la pistola se la había pasado a un compinche que lo acompañaba.
Al transcurrir media hora desde su llegada Felipe decidió irse porque, al parecer, vio a varios chamos a los que él días atrás había robado. El asesinado, detalló el informante, les había quitado una moto.
Felipe al salir se percató que otros hombres lo estaban esperando en la calle, sin embargo él bajó de la torre, lo siguieron y le dispararon en el rostro, cara y cuello. Felipe quedó tirado en el medio de la calle que separa a las torres.
Detectives del Cicpc levantaron el cuerpo en la madrugada de ayer y lo ingresaron a la morgue.
La esposa de Felipe informó que él no hacía caso y se la pasaba “echando broma”. Destacó que se había separado de él para ver si se encarrilaba, pero ni ella ni la madre de Felipe lo podían controlar.
“Le decíamos que se portara bien, pero no hacía caso, por eso me separé”, dijo la mujer muy afligida.
Destacó que Felipe vivía en el barrio La Victoria, tiempo después a su mamá le salió el apartamento en Alí Primera y se mudaron para ver si el chamo se regeneraba.