Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Un joven fue asesinado de un disparo en la cara, cuando compartía con un grupo de amigos en la estación de combustible Barsoke en la Intercomunal Barquisimeto-Cabudare. En la balacera, un primo de la víctima resultó herido en la pierna izquierda.
Aproximadamente a las 05:00 de la mañana de ayer Jackson Pineda, de 24 años, estaba rumbeando con un grupo de conocidos y su primo Enrique José Rodríguez de 29 años.
Al parecer ingerían alcohol y escuchaban música en el lugar donde se estacionan muchos vehículos y se forman tremendas rumbas. Pero la atmósfera se oscureció de la nada, cuando una camioneta a toda marcha alertó a las personas que estaban en el lugar.
Desde el interior del vehículo comenzaron a disparar sin razón alguna hacia el lugar donde Jackson se encontraba. Una de las balas logró herir a Jackson en el rostro, mientras que Enrique recibió un disparo en la pierna izquierda. Los matones de inmediato huyeron del lugar.
A causa de la herida Jackson cayó al piso llenándose de la gasolina que estaba derramada en el suelo, por lo que sus compañeros de fiesta lo levantaron y trasladaron, junto a Enrique, hasta Emergencia del Hospital Central, pero ya era tarde.
Trifulca familiar
A las afueras de la morgue del Hospital Central llegó parte de la familia de Jackson y Enrique. Desde tempranas horas de la mañana el ambiente estaba muy tenso entre ellos.
En principio varias mujeres comenzaron a discutir acerca de dónde iban a velar a Jackson. Luego surgieron fuertes palabras entre la madre de Jackson y la de Enrique, al parecer, por la negativa del joven de acudir al Cicpc.
“¡Mi hijo es el que está muerto, el tuyo quedó vivo, dile que vaya a declarar lo que pasó a la petejota!”, gritaba muy enfurecida la mamá de Jackson.
Como a las 10:00 de la mañana los gritos entre los parientes aumentaron. Una de las mujeres le dio un par de puñetazos en la cara a una joven, derribándola al suelo, lo que hizo que cerca de la morgue se formara un zafarrancho.
Hombres de la familia se metieron para separarlas, pero la agresividad no paraba, tanto así que hubo al menos tres peleas. Finalmente el episodio de violencia se calmó cuando llegó la policía de la Brigada Hospitalaria.