Cristina Linárez | LA PRENSA.- Hacer gran variedad de dulces dejó de ser una opción para los que se ganan la vida con la venta de estos alimentos. La dificultad para comprar la leche, el azúcar y demás ingredientes tiene a los dulceros pasando trabajo porque no los consiguen.
“He dejado de trabajar a veces hasta tres días, porque ando con el corre-corre buscando los ingredientes para poder trabajar”, dijo Alirio González, quien se gana la vida desde hace 15 años vendiendo conservas. Afirma que este año ha sido el más duro para este tipo de negocio y teme que se pierda la tradición de comer los dulces criollos en el país.
González comenta que cuando se le acaban los ingredientes recurre a las ventas por saco de leche y azúcar en Mercabar; sin embargo, no se le hace fácil comprar, y a veces se cansa de esperar que le vendan y no le queda de otra que recurrir a los conocidos bachaqueros.
Además, afirma que por la situación del país disminuyó la elaboración de los dulces y ahora no hace ni el 20 % de lo que hacía algunos años atrás. Y por lo difícil que está conseguir los ingredientes, cuando compra es sólo para la realización de los dulces para vender, y que en su casa ya ni un café con leche y azúcar se toman.
Por su parte, María Flores, otra dulcera, señala que le toca comprar todo bachaqueado y esto influye en el precio final del dulce. Sin embargo, dice que busca no ponerlos tan caros para garantizar su venta, así no obtenga mucha ganancia. Además, comenta que se ha llevado unos “chascos” por comprar a los bachaqueros los ingredientes que utiliza para los dulces.
“He comprado azúcar y leche, y venían mezclada con harina o con cualquier polvo blanco, esa es la táctica que usan mucho los bachaqueros para aprovecharse”, precisó.