Leonellas Díaz | LA PRENSA.- Hasta dos salarios mínimos, por la medida chiquita, se requieren para comprar un teléfono celular nuevo, cuyo precio varía de acuerdo a la marca y tecnología. “Los precios dan miedo, ya no hay nada barato”, dice María Meléndez, quien buscaba con afán un teléfono económico para no estar incomunicada.
Sin embargo, el teléfono más barato cuesta 70 mil bolívares, sin incluir el plan, mientras que si se desea comprar uno más tunning, al que se le descarguen las aplicaciones de WhatsApp, Instagram y Facebook, supera los 260 mil bolos.
Al monto del aparato se le suma el del plan que también es variado de acuerdo a cada línea. Digitel, por ejemplo, ofrece planes desde Bs. 1.607 hasta 8 mil 127, Movilnet desde Bs. 489 hasta 1200, y Movistar desde Bs. 2 mil hasta 10 mil 875.
Guaros consultados acerca del estratoférico precio de celulares coinciden en que la comida es una prioridad por encima de cualquier cosa. Sin embargo, hay quienes aseguran que hacen el sacrificio para comprar el aparato más barato o uno usado para ahorrar el bolsillo y además para no ser carnada de los choros.
“Compré uno usado y me salió en 80 mil, porque tenía la pantalla partida, repararla sale en 50”, soltó una usuaria.
El costo de los aparatos se eleva aún más cuando los usuarios quieren tenerlo “bien coqueto” con diferentes accesorios. Las carcazas tienen un costo entre 5 mil y 8 mil de acuerdo al modelo. “Me gusta que todo combine. La carcaza y audífonos, los uso color fucsia, tengo varios modelos guardados porque los cambio de acuerdo a la ocasión, antes compraba mucho, ahorita la masa no da para bollos‘, dice entre risas Francis Lucena.