José Miguel Najul | LA PRENSA.- Hasta tres millones de bolívares puede gastar una organización política en el proceso de relegitimación de partidos que ha exigido el Consejo Nacional Electoral (CNE). Todo se fundamenta en el hecho de que el ente electoral sólo coloca el personal y las máquinas, mientras que el resto de los elementos logísticos debe ser costeado por la propia organización que tiene el interés de seguir legitimada ante la institución estatal.
Las seccionales pasan a los partidos una hoja en la que se especifican los gastos para el personal: desayunos, almuerzos y meriendas para todos los trabajadores del CNE, así como para los funcionarios del Plan República, que son los encargados de custodiar los equipos y el proceso administrativo.
“Es un dinero muy grande, que muchas organizaciones pequeñas no pueden pagar. Los partidos de magnitud se las han visto feas, y han tenido que pedir colaboraciones a empresarios y a personas que están interesadas en que la democracia siga viva, y que están dispuestos incluso a pagar por ello”, comentó una fuente que pidió no ser revelada.
Además de la comida, las toldas deben pagar por la colocación de los toldos, las sillas en las que se sientan los militantes, y su propia logística partidista. Los gastos se incrementan al tomar en cuenta que el retraso que se genera con las máquinas biométricas, o las complicaciones técnicas, obstinan a muchos electores, a los que deben ofrecerles meriendas, agua, sillas y algunas comodidades básicas para mantenerlos durante toda la jornada, al pie del cañón, para que puedan firmar por la tolda.