Osman Rojas | LA PRENSA.- Fiebre, dolor de cabeza que no cesaba y un desesperante ardor en la vista fueron los primeros síntomas. Pensando que era un cuadro viral, Carmen Angulo guardó reposo todo un día hasta que unas ronchas y el dolor en las articulaciones le hicieron ir al ambulatorio de Tamaca.
La visita al especialista confirmó lo que todos en su familia sospechaban: Carmen tenía zika. “Me mandaron reposo y Atamel cada 8 horas”, recodó Angulo el tratamiento recetado para la enfermedad. El diagnóstico se realizó el pasado martes y fue el primer caso sospechoso que se registró en Lara durante el 2017.
“En diciembre de 2015 me dio zika y ahora me repitió”, lamenta la mujer de 42 años. Dos días después otro caso sospechoso se dejó ver en los ambulatorios del estado. Un niño de ocho años fue a consulta en San José (noroeste de Barquisimeto) por presentar síntomas de la enfermedad. La institución lo refirió de inmediato al Hospital Pediátrico para que se le realizaran los exámenes. “Tenía fiebre y sarpullido, casi no podía caminar”, rememora con tristeza una enfermera del centro médico.
Mariliana Márquez, vocera de la Red Zika Lara, confiesa que, en la actualidad, hay varios casos que se encuentran bajo observación en el estado. La especialista no se atrevió a dar cifras, aunque dejó claro que la entidad aún siente los embates de la enfermedad.
“En una menor medida, pero nos siguen llegando casos y eso es preocupante”, dijo en conversación telefónica con La Prensa.
Ruy Medina, director Sectorial de Salud en Lara, negó tener registros de la enfermedad en la Sanidad y dijo que desde agosto del año pasado Lara está libre de zika. “Sintomáticamente puede ser una enfermedad parecida, pero a nosotros no nos han confirmado el primer caso en lo que va de año”, sentenció el doctor.