Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Segundo atentado en menos de un año. La pesadilla para la familia Villamizar (nombre ficticio), no termina, y es que en el porche de la vivienda ubicada en el barrio La Ermita de Quíbor, fue lanzada por un grupo de hampones una granada de mano fragmentaria DM- 82.
El viernes a las 11 de la noche, cuando la familia Villamizar dormía, la dueña de la casa escuchó como si hubiesen lanzando una piedra en el porche de la casa. El sonido causó curiosidad en la señora quien se fue al porche y vio la granada en el piso.
Desesperada la mujer le avisó a los cuatro integrantes que estaban en la residencia y de inmediato llamaron a los cuerpos policiales. Se conoció que a las 5:00 de la mañana llegó una comisión de la Guardia Nacional y funcionarios de la Subdelegación del Cicpc de Quíbor para resguardar la vivienda.
Aproximadamente a las 9:00 de la mañana, dos funcionarios de la División de Explosivos del Sebin, llegaron para recoger la granada y luego la colocaron en un saco especial para este artefacto mientras que la familia con temor apenas se atrevían a salir hasta la puerta.
“No explotó por alguna falla que tuvo, un desperfecto”, acotó el experto.
Aunque los hampones quitaron el aro de seguridad la bomba no detonó. El atentado a la familia se debe a que un integrante y agricultor en la siembra de cebollas está siendo extorsionado por los maleantes y que según una fuente son integrantes de una banda que opera en Quíbor, y liderada supuestamente por un malandro apodado el “Manuelito”.
Se conoció que el agricultor se niega pagar el dinero a los hampones y por está razón decidieron lanzar la bomba, en un acto de venganza hacia la familia.
Ensañamiento
El sábado 16 de abril la familia sufrió el primer atentado, y al igual que ayer corrieron con la misma suerte porque la bomba de mano fragmentaria M-22 israelí que fue lanzada, al interior de una casa en donde vive otra parte de la familia Villamizar tampoco explotó.
Ese día funcionarios del Sebin confirmaron que el aro de seguridad que mantiene en su sitio la espoleta de la granada estaba despegada.
Ese día cuentan los testigos, fueron dos delincuentes que a bordo de una moto lanzaron la granada; al parecer pasaron una y otra vez hasta que cometieron el acto delictivo contra esta familia.