Najul / Linárez LA PRENSA.- En las fotografías, tomadas desde un balcón, se aprecia la logística: grupos que llegan con comida, guardias nacionales que los protegen y unidades de casas de estudio públicas. Todo forma parte de un plan, orquestado por el PSUV, en el que utilizan a estudiantes para generar caos en el municipio Iribarren.
El alcalde Alfredo Ramos afirma que todo es un plan político para desprestigiar la gestión de la alcaldía.
“Los estudiantes están protestando por un problema que no es nuestro, y le pido a los concejales del PSUV que nos dejen trabajar y dejen los ataques”, precisó. Ramos asegura que todo es una “politiquería barata” y que ellos se quieren meter Diego Mendoza, director general de la Alcaldía, apunta que las razones de esta desestabilización son las posibles elecciones, que deberían realizarse este año.
“A los concejales del PSUV les dijeron que no van a repetir, y que si querían hacerlo tenían que demostrarle al partido la capacidad de generar desorden en el municipio, porque no les rindieron frutos a su partido en toda su gestión”, revela Mendoza.
Apunta, además, que los desatinados motivos de la protesta evidencian la intención partidista. Destaca que sean alumnos pidiendo un cambio en el pasaje estudiantil frente al Palacio Municipal, cuando esa prerrogativa es competencia de Fontur, una entidad adscrita al Gobierno nacional.
Esto sería parte de un plan mayor, que proseguirá con miembros del comercio informal, a través del cual el PSUV desea fomentar el caos. Sin embargo, Mendoza detalla que las personas ya no caen en un juego desgastado.