Osman Rojas | LA PRENSA.- La palabra intermitencia sirve para definir la forma en la que el Gobierno nacional suministra los insumos médicos al Antonio María Pineda de Barquisimeto. En lo que va de año, el Ministerio de Salud ha enviado medicamentos en 10 oportunidades y sólo en dos de esos envíos el nivel central mandó suturas o anestésicos.
“A los pacientes hay que pedirles porque no hay nada”, dice con cierta molestia el doctor Ruy Medina, director Sectorial de Salud al ser consultado por el inventario de la farmacia.
“Linda Amaro se llena la boca diciendo que abastecen al Hospital Central y hay que preguntarle de cuál estado. Sefar envía medicamentos, eso no lo podemos negar, pero en cantidades mínimas”, dice el doctor.
Según las guías de recibo que maneja la farmacia del Hospital Central, lo que más envía el ministerio es solución fisiológica, aunque los doctores aseguran que el centro médico tiene suero un día sí y otro no.
“Cada dos semanas mandan cuatro mil frascos, pero eso se acaba en cuatro días. Luego el paciente tiene que ver cómo resuelve para terminar la etapa de recuperación”, cuenta el doctor Mauricio Villalobos, médico adjunto en el Antonio María Pineda.
Aunque el ministerio se hace presente al menos una vez por semana, en sólo dos ocasiones el Gobierno ha enviado camiones con medicamentos. Las otras entregas se han realizado graneaditas, lo que para los doctores significa pan para hoy y hambre para mañana.
“Hemos visto la intención de ayudarnos, pero eso no basta. La demanda de insumos que tenemos en el hospital es muy alta. Necesitamos que la salud sea tomada con más seriedad”, dice Villalobos.
La última entrega realizada por el Ministerio de Salud se hizo el 22 de febrero. En ese entonces el hospital recibió apenas 576 frascos de solución fisiológica y dos cajas de relajante muscular.