miércoles, 6 noviembre 2024
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Cisterneros se pasan de maraca

Leonellas Díaz | LA PRENSA.- Pagar entre 800 a mil bolívares por una pipa de agua de 200 litros me parece un abuso por parte de los cisterneros que vienen a ofrecer agua a la comunidad El Garabatal, donde el servicio de Hidrolara es limitado. A veces no tengo dinero y debo hacer maromas para comprar el vital líquido”, relató con preocupación Ana Camacaro, quien criticó a los cisterneros porque, a su juicio, se aprovechan de la necesidad de la gente.

“Aquí nos quitan el servicio dos veces a la semana y pasamos trabajo para poder preparar los alimentos y asearnos”, dijo Camacaro.

Vecinos de sectores ubicados al norte de la ciudad también lamentaron que el precio del agua distribuido por cisternas esté por las nubes. José Brito expresó que ha gastado hasta 4 mil bolívares para que los conductores llenen el tanque de su casa, que además deben usar con sumo ahorro para que rinda por varios días.

Cisterneros consultados dijeron que desde muy tempranas horas se dirigen al llenadero del kilómetro 11 para poder surtir sus camiones y luego distribuir el vital líquido a diferentes zonas del este, oeste, norte y sur de la ciudad.

“Algunas personas se quejan por los precios, dicen que está muy caro, pero nosotros le vendemos al precio legal”, aseguró José Linárez, un chofer de un cisterna que detalló que los precios varían de acuerdo a la cantidad de litros que vendan. Por ejemplo, una pipa de 200 litros vale 800 bolívares, pero el de 800 litros sale en 3 mil bolívares, lo que implica un ahorro de 200 bolívares, lo equivalente a un pasaje en rapidito.

El cisternero José Linárez aseguró que trabaja para un consejo comunal que distribuye en 12 comunidades del norte de la ciudad y que los precios son asequibles para sus clientes, quienes puedan obtener el vital líquido desde 500 bolívares.

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