Anaís Mendoza | LA PRENSA.- A las 5:00 de la tarde de ayer, Johan Gómez (34) tocó la puerta de la casa de un compadre en la calle 1 de Prados del Norte de Carorita.
Mientras ambos hombres sostenían la conversación llegaron dos tipos en una moto y uno de ellos dijo: “Hey Johan, voltea”, apenas giró “pum, pum”, le dispararon en la cara, el pecho, cayó al suelo y murió al instante.
Como lo hacía de costumbre, Johan se dirigía hasta la casa del compadre, pero antes se detenía en un local donde jugaba un Parley. Así lo hizo ayer, y después de apostar caminó unos 50 metros hasta la casa de su amigo. El hombre tocó la puerta, y salió el compadre, se saludaron y no pasaron más de cinco minutos cuando llegó el par de hampones a bordo de una moto, lo precisaron pues lo llamaron por su nombre y le dispararon.
Según el relato de algunos testigos del hecho, Johan recibió presuntamente tres disparos en la cara y otro en el pecho, todo esto ocurrió en presencia del amigo, que solo pudo ver cómo Johan cayó muerto al suelo; los matones enseguida se dieron a la fuga. La víctima residía en el sector Rómulo Gallegos, cerca de la entrada de El Cují, según lo informó la esposa de la víctima. La dama de contextura delgada llegó al lugar muy confundida y trataba de mantener la calma pues estaba confundida por lo que pasó.
“No sé cómo lo mataron o si fue para robarlo, sólo me vine para acá cuando me avisaron”, soltó la dama mientras tomaba de la mano al menor de sus hijos.
El crimen alarmó a los habitantes de la zona, por la cantidad de disparos que le soltaron los malandros a la víctima, además acotaron que es primera vez que sucede algo así por el lugar.
“Fueron muchos tiros, se escucharon como ocho”, soltó una doña.
Para el momento en que lo asesinaron Johan vestía una camisa azul, un jeans y zapatos deportivos rojos y no le robaron sus pertenencias.