EFE | LA PRENSA.- El presidente argentino, Mauricio Macri, denunció hoy las «violaciones de los derechos humanos» que se viven en Venezuela y afirmó que si continúan «el planteo de Argentina va a ser la expulsión» del país del Mercosur, grupo en el que está suspendido desde el pasado diciembre.
En una entrevista difundida hoy por la televisión pública alemana internacional «Deutsche Welle», Macri recordó que los miembros del bloque -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- han instado a Venezuela, que «claramente no califica como una democracia», a garantizar la separación de poderes, liberar a los «presos políticos» y respetar el calendario electoral.
A su juicio, «por primera vez se han dicho las cosas como son» y ahora hay que seguir de cerca la evolución de los acontecimientos y meter «toda la presión posible».
Según Macri, la relación de su país con Brasil, Uruguay y Paraguay está «mejor que nunca» y su gobierno está convencido de la necesidad de una progresiva integración en el Mercosur, así como de una mayor convergencia hacia la Alianza del Pacífico, a la vez que se negocia con la Unión Europea un tratado de libre comercio.
Con el «brexit» -la salida del Reino Unido del grupo comunitario-, apuntó, a la UE «le viene bien» tener un acuerdo con un bloque como Mercosur, que también apuesta por las negociaciones.
El capítulo más complicado sigue siendo el de los productos agrícolas, pero Macri espera que después de junio se pueda avanzar «con seriedad».
Preguntado por las relaciones de Argentina con EEUU tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, recordó que él conoce desde hace cuarenta años al republicano y mantienen una relación personal.
Para Macri, las relaciones bilaterales parten de un nivel tan bajo que hay «mucho más para mejorar que para empeorar», con lo que, tras hablar con Trump por teléfono, irá a reunirse con él convencido de que encontrarán nuevas áreas de cooperación.
Confió además en la inversión extranjera y en concreto en la alemana y aseguró que «no hay país en el mundo que pueda crecer tanto en los próximos veinte años como va a crecer la Argentina».
Respecto a la evolución de su país desde su llegada al Gobierno, consideró que se ha avanzado «mucho», pero admitió que los resultados todavía no han llegado a toda la población, porque el punto de partida era «difícil».
«Lentamente hemos cambiado una tendencia de estancamiento de cinco años por una de lento crecimiento, al que esperamos acceder en los próximos meses y años», manifestó.
Tras vivir su primera huelga general como presidente, se mostró abierto al diálogo y recordó que a través de él se ha logrado consenso en leyes importantes en el Congreso.
«Esperamos, sector por sector, sentarnos -trabajadores, empresas y Gobierno- y fijar condiciones para mejorar la productividad», agregó.