viernes, 22 noviembre 2024
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Provea: «Protestas acabarán con el gobierno»

Jenifer Orozco | LA PRENSA.- Han pasado más de 60 días de protestas de calle ininte­rrumpidos. Las razones que dan lo manifestantes para mantenerse firmes con su descontento son muchas, entre ellas las crisis econó­mica y social que atraviesa el país, lo que se fortalece con cada orden o mandato que da el Gobierno Nacio­nal, tratando de frenar esta situación.

Así lo asegura Rafael Uz­cátegui, sociólogo y coordi­nador general de Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Huma­nos (Provea), quien ejerce este cargo para el período 2015-2019 y tiene 10 años perteneciendo a la organiza­ción en defensa de los dere­chos humanos de los vene­zolanos.

Uzcátegui suma muchos años analizando el país, al­go que hasta lo ha llevado a estar detenido por su lucha, como en marzo del 2010 cuando participó en una manifestación contra la criminalización de la protesta en Maracay estado Aragua, lo cual señala que es dictato­rial y es una muestra de que el Gobierno actual viola los derechos personales.

El sociólogo, quien además es publicista graduado en la Uni­versidad Central de Venezuela, señala que entre el aumento de la represión en el país y las ór­denes que ha dado el presiden­te en cadena nacional, han lle­vado a que más personas sal­gan a la calle y que las manifestaciones se hayan tor­nado más fuertes los últimos días.

Según su visión, los manifes­tantes no abandonarán la calle, ni siquiera con el anuncio de elecciones, sino con la salida del presidente, que se puede lo­grar a través de la protesta pa­cífica.

¿La constituyente es un estí­mulo para salir a protestar o una salida que propone el go­bierno?

-Creemos que el gobierno lo que intenta, con la estrategia de la constituyente, es estimular que la respuesta de la gente sea violenta y de manera masiva, que la gente se desespere, que piense que esta es una ofensiva que el gobierno va a ganar, y no va a ser así. Este movimiento de protesta masivo y pacífico va a tener el mismo resultado que se obtuvo en Perú contra Fujimori en el año 2000 que a pesar de haber ganado con votos, impu­so una dictadura y fue obligado a renunciar a su cargo.

¿Por qué en Venezuela se cues­tiona que no hay democracia?, ¿cuándo dejó de ser democra­cia?

-En Venezuela pasó algo en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015 que fue, para el gobierno, una alarma. Obte­ner 2 millones de votos menos que la oposición, por primera vez, hizo que el gobierno se vie­ra como minoría electoral y el gobierno se diera cuenta que esta tendencia era irreversible a corto plazo, así que propusie­ron un modelo de gobierno que pudiera prescindir del apoyo y de la consulta popular.

¿Cuáles fueron los pasos para romper el hilo constitucional que llevó a esta situación en la que estamos en la actualidad?

-Primero propusieron el decre­to de emergencia económica y del estado de excepción en ma­yo de 2016, que le da facultades ilimitadas y arbitrarias al presi­dente de la República. El segun­do hito se cumplió cuando el CNE dijo, como ya el gobierno no puede garantizar tener la victoria de las elecciones, me voy a dejar de comportar como lo había hecho, es decir, en di­ciembre de 2015 tuvo un com­portamiento técnico, es decir lo que la gente votó fue lo que se reflejó. A partir de allí el CNE di­jo, yo voy a suspender la posibi­lidad de que la gente participe en un referendo revocatorio de manera arbitraria e ilegal y también decidió suspender de manera indefinida unas elec­ciones a gobernador que eran para diciembre de 2016.

Ya van dos meses de protesta en la calle y el gobierno ha au­mentado la represión ¿cómo in­terpretar el aumento de la re­presión por parte de los órga­nos de seguridad?

-El actuar de una dictadura con una población que pide demo­cracia es la represión pues con el aumento de la crueldad in­tenta que la gente deje de pro­testar y no lo está logrando y no lo va a lograr porque la expe­riencia de América Latina dice que cuando hay razones para protestar la gente no va a dejar de hacerlo a pesar de la represión.

¿Qué determina que la repre­sión pueda ser dictatorial?

-Lo hacen los patrones sistemá­ticos de represión y la violación de los derechos humanos. El go­bierno siempre dice que actua­ciones son aisladas, pero son patrones sistemáticos, porque se repiten en diferentes mo­mentos y diferentes ciudades lo que sugiere que hay órdenes superiores para que los funcio­narios actúen de esa manera. Cuando un estado es calificado como violador sistemático a ni­vel internacional es un estado que tiene una mayor gravedad en la violación de derechos hu­manos.

¿Qué derechos humanos han si­do violados estos dos meses?

-Ya hay algunas situaciones que habían sido denunciadas en el 2014, pero que ahorita se han profundizado. Por ejemplo, el disparo de bombas lacrimóge­nas como proyectiles para cau­sar el mayor daño posible y aho­rita se ha convertido en un pa­trón sistemático. El disparo de perdigones a corta distancia y el uso de metras y balines de metal que apareció este año. Este método hace más difícil reconocer las responsabilida­des de la agresión, porque si tú disparas una bala es más iden­tificable de donde salió por Ca­vim, pero cuando utilizas estos dispositivos para agredir es mucho más complicado.

¿La actuación de grupos para­militares armados se puede contar como una violación a los derechos humanos?

-Los grupos civiles armados, que ahora están legitimados por el Plan Zamora tienen un marco jurídico que legaliza la actuación de estos grupos pa­ramilitares en estos planes de seguridad ciudadana. Otra vio­lación son los allanamientos masivos sin orden judicial y a esto lo acompaña el hurto y ro­bo a viviendas y a detenidos.

¿El Gobierno también ha usado la intimidación?

-Si la ha usado.

¿Mediante qué método?

-El uso de tribunales militares para juzgar civiles, que tiene como objetivo la intimidación y aumentar los niveles punitivos contra los manifestantes y sa­car al Ministerio Publico del proceso penal. Otra es el uso de las redes so­ciales para intimidar y hostigar a los manifestantes. En Caracas publican fotos de manifestan­tes que luego son exhibidas en las redes sociales acusándolos de terroristas y publicando su dirección y teléfonos.

¿Cuándo se podría hablar de guerra en Venezuela?

-Cuando exista una orden de que los funcionarios militares y policiales salgan a exterminar a todos los que están en la calle a asesinar. Por ejemplo aunque el gobierno ha hablado de decre­tar el estado de conmoción y suspender las garantías consti­tucionales, no lo han hecho porque saben que eso va a esca­lar a nivel internacional el con­flicto venezolano llevándolo a una nueva dimensión, como la suspensión definitiva de las li­bertades individuales, muchas de ellas están en riesgo. En Venezuela estamos en dicta­dura como Provea la ha califica­do, pero una dictadura moderna que cuida las formalidades de­mocráticas o cuida la forma, es por eso que aunque ha amenaza a las organizaciones de dere­chos humanos y amenazas a los periodistas, todavía podemos seguir trabajando.

¿Cómo ha sido el comporta­miento del gobierno ante las in­vestigaciones de los fallecidos?

-Yo creo que hay que seguir rei­vindicando el papel de la fiscal, pues sigue llevando la titulari­dad de la acción penal, así que dentro de cualquier cifra de personas fallecidas, dentro de las causas porque esas perso­nas han fallecido, la mayor ve­racidad hay que dársela a los reportes del Ministerio Público, el gobierno está intentando im­poner otras versiones, pero quien hace las imputaciones después de un proceso de in­vestigación es el Ministerio Pú­blico, así que hay que defender la institucionalidad del Minis­terio Público igual que estamos defendiendo la Asamblea Na­cional, por el importante papel que está realizando ahora.

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