Henry Gómez | LA PRENSA.- Guaros de Lara concretó el objetivo principal al ganarle la final a Marinos de Anzoátegui, para levantar su primer trofeo de la Liga Profesional de Baloncesto. El elenco larense tiene en sus vitrinas los cetros más importantes del basquetbol a nivel de clubes y sólo le resta la Liga Suramericana para ganar todos los torneos posibles para un equipo venezolano.
El camino del conjunto alado para el campeonato pasó por algunos altibajos que en todo momento gracias al trabajo y el juego grupal fueron superados con éxito. Desde un principio, con la llegada de Jorge Arrieta la plantilla larense tuvo un inicio exitoso a nivel internacional con el bicampeonato de la Liga de las Américas. Sin embargo, domésticamente los primeros 10 juegos dejaron un récord negativo de 4-6.
A pesar de ello, la desesperación nunca entró en las filas crepusculares y en abril hubo un repunte de 10-4 para ocupar en ese momento la tercera posición de la Conferencia Occidental con 14 triunfos y 10 derrotas.
En mayo, procedente desde Argentina, llegó a Barquisimeto uno de los artífices del título. El entrenador Guillermo Vecchio asumió las riendas de Guaros, posiblemente atraído por la idea de dirigir al ex NBA Nate Robinson, quien hizo su debut en Venezuela el 19 de abril ante Guaiqueríes (con el canasto que decidió el juego).
Con la dirección de Vecchio, los larenses mantuvieron el foco y se desplazaron a la postemporada en el tercer lugar. El rival de turno fue Trotamundos de Carabobo, el cual fue un duro contrincante en el Domo Bolivariano, donde pudieron lograr un triunfo para llevar la serie a Valencia 1-1.
A partir de allí, Guaros fue una aplanadora, vapuleó al expreso azul y pasó la escoba en los tres juegos en el Fórum de Valencia gracias a la cosecha de Nate Robinson que promedió 20 puntos en la serie.
Así, el nuevo reto larense adquirió otro rival con el verdugo de la campaña 2016 Cocodrilos en frente. Desde un principio, Guaros fue dominante, estuvo acertado en Barquisimeto y se llevó la contienda a la capital con un balance de 2-0 gracias al aporte ofensivo de Gregory Echenique, Heissler Guillent y Nate Robinson.
En el coso saurio las incidencias no cambiaron la tónica y los larenses se apoderaron de la Conferencia Occidental con autoridad, devolviendo la barrida de 2016 amparados en la categoría de un triple espectacular de Heissler Guillent y una jugada de infarto de Luis Bethelmy, en los últimos segundos del tercer y cuarto choque.
En el careo final, el rival fue un viejo conocido, Marinos ya había despachado a Guaros con cuatro triunfos en fila en 2015. Al parecer, esto llenó de voluntad a la tropa de Vecchio, quienes impusieron su juego en Barquisimeto, sacaron una victoria de oro en Puerto La Cruz y aniquilaron al acorazado oriental en el sexto juego en el Domo para levantar la primera fiesta de campeón en la LPB, gracias a los 15 puntos por juego del MVP Nate Robinson.