Osman Rojas | LA PRENSA.- El sueño de contar con un servicio de caumatología al más alto nivel se convirtió en una quimera. Hace ocho años el Gobierno nacional empezó la ampliación del área de quemados en el Antonio María Pineda y al día de hoy la institución sigue con las mismas seis camas con las que contaba en 1987.
“Hace ocho años empezaron la destrucción del servicio porque iban a ampliarlo a 14 camas la unidad de quemados, pero hoy en día tenemos a pacientes hospitalizados en piso porque las camas están full”, lamentó el doctor Ruy Medina, director sectorial de Salud en el estado Lara.
El doctor responsabilizó al Ejecutivo Nacional por la promesa incumplida y dijo que la obra presenta un retraso del 9 % en los momentos actuales.
“Lo que ellos (Gobierno nacional) hacen es destruir las cosas. Nosotros tenemos un área inconclusa y eso da vergüenza. No han entregado la farmacia, no han terminado la cocina ni el área de caumatología”, dijo molesto el especialista.
Lo que más preocupa a las autoridades de salud es la alta demanda de pacientes que tiene el servicio, y es que al menos una persona con quemaduras visita la institución cada 24 horas.
“El único hospital en la región que tiene servicio de caumatología es Lara. Nosotros recibimos pacientes de todos lados y da tristeza ver cómo un área tan importante está olvidada”, puntualizó
Además de ausencia de camas, la unidad de quemados debe lidiar con la crisis hospitalaria que se vive en el país. Familiares aseguran que en el servicio no hay ni guantes para los enfermos.
“Aquí el enfermo está condenado a sufrir el doble porque no sólo es el dolor de la quemada, sino también lo que duele en los bolsillos pagar un tratamiento en las calles. Los antibióticos, antiinflamatorios, gasas o adhesivos cuestan un dineral y aquí no los tienen. A los familiares nos toca responder por todo”, dijo Andreína Castillo, madre de un muchacho que se quemó el brazo y fue atendido en el Central.