Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- El hábito de automedicarse sigue preocupando a infectólogos, quienes lamentan el suministro de antibióticos que empieza por irrespetar las dosis y hasta administrar «al tanteo», ignorando que este tipo de medicamento no es prescrito para infecciones virales. Se produce un mal progresivo porque causa la resistencia bacteriana, es decir, que el fármaco se hace ineficiente en el organismo y hay que recurrir a otros más costosos o de difícil acceso. Además, de posible daño por intolerancia y secuelas de repercusión en otros órganos.
Según el infectólogo, Antonio González Mata, representa un peligro en alrededor del 80% de las infecciones en niños, con cuadros febriles, pero de origen viral. Mientras que sólo el 20 a 30% restante sí necesita de antibióticos por tratarse de bacterias. La fiebre suele ser uno de los principales motivos que generalmente hacen administrar este tipo de medicamentos a niños e incluso a adultos. El abuso en su uso suele alterar el ritmo cardíaco, causar alteraciones neurológicas, afección en la piel y gastrointestinal, empezando por diarrea y vómito.
«Mucho cuidado al dar cualquier antibiótico. No funcionan en virus«, advierte el infectólogo, Manuel Figuera, y la automedicación sólo hace a las bacterias más resistentes. Los antibióticos y los antivirales sólo bajo indicación médica, porque los abusos suelen atentar por su toxicidad.
Es preciso el uso racional de los medicamentos, entender los efectos adversos y no conformarse con la indicación desde una farmacia.