José D. Sequera | LA PRENSA.- Decisión de la directiva no les gustó. Al menos seis menores recluidos en el en el Centro Socio Educativo Pablo Herrera Campins, mejor conocido como “Retén El Manzano” se cortaron ayer en la tarde durante una huelga, convirtiéndose así en la quinta huelga de sangre en ese lugar en dos años.
Según reportes policiales, hoy se había autorizado la visita familiar en el centro de reclusión, pero presuntamente de un momento a otro se prohibió el beneficio.Esta decisión puso fúrico a los chamines, por lo que en medio del motín, decidieron cortarse las piernas.
Inmediatamente, fueron llevados hasta la Emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda donde fueron atendidos por galenos. De acuerdo al reporte médico de ese centro asistencial dos menores tienen tres heridas, otros dos menores poseen dos cortadas y los últimos
dos tienen una sola herida.
Se conoció que el estado de salud de los reos era estable. A todos les agarraron puntos y en una ambulancia fueron devueltos hasta el retén.
Esta huelga de sangre ocurre a casi tres meses después de la decisión que había tomado la directora del Servicio de Atención Integral del Niño, Niña y Adolescente (Saina), Anny Meléndez en la que se especificaba que las visitas iban a ser autorizadas por tribunales larenses.
Meléndez explicó en esa ocasión que esta sería una de las medidas que tomarán como “régimen” y así poder llevar un control y orden dentro del retén. Supuestamente esto iba a ser aplicado también para familiares como: abuelos; tíos o hermanos.
Son revoltosos Los reclusos del retén -cuyo número actual ronda los 202 reos-, se han caracterizado por ser bastante “revoltosos” pues
ya van cinco huelgas desde el año 2016.“Les niegan sus beneficios”, es lo que usualmente sueltan familiares para justificar estas huelgas.
Negar las visitas, requisas sorpresas y hasta negarse a recibir comida son algunas de las denuncias que mantienen los padres y demás alle
gados de estos jovencitos.
Sólo el año pasado ocurrieron tres huelgas en este centro. La primera ocurrió el 24 de enero, fecha en que 130 menores se cortaron para exigir más beneficios. Después el 1 de mayo, 13 chamos se autoflagelaron como protesta ante supuestas agresiones que han recibido de los cuerpos de seguridad.
El tercero ocurrió el 11 de junio donde fueron cinco los adolescentes que se hicieron distintas heridas en la piel.