Euseglimar González | LA PRENSA.- El nombre específico de quién empuñó el arma no existe, aunque sí hay tres personas tras las rejas por el crimen de Danny José Subero (34), exteniente retirado de la GNB, que fue linchado por una turba de personas y señalado como un “infiltrado” en Valle Hondo durante el homenaje de Manuel Sosa (asesinado, presuntamente, por un GNB durante las protestas de 2017).
“¿Quién le disparó a Subero?”, es la interrogante en Valle Hondo y todo el estado Lara, pues personas, que fueron testigos del hecho, aseguran que hay jóvenes que están pagando un “crimen” sin ser los culpables.
Ocurrió el 27 de mayo de 2017. Ese día, el exmilitar llegó a bordo de su Yamaha blanca, fucsia y azul y, supuestamente, cuando tocaban con un violín el tema “Venezuela”, el hombre sacó su celular y se hizo un selfie sonriendo.
Justo en ese momento alguien lo vio y comenzó a perseguirlo pidiéndole identificación y como Subero se negó, quien lo interrogaba comenzó a gritar que se trataba de un infiltrado. A los segundos, alrededor de Subero había una turba de personas que se abalanzaron hacia él.
Debajo del elevado de Valle Hondo, a Subero comenzaron a golpearlo. Cuentan que a punta de empujones y golpes recorrió casi 500 metros. Tras esa distancia, casi no hubo testigos, pocas imágenes se registraron y las nubes de interrogantes aparecieron.
Durante los primeros minutos del ataque, las personas revisaron las pertenencias de Subero y hallaron el carnet militar, mientras que en la moto, dentro de un pequeño cofre, descubrieron varias pacas de billetes. Esto explotó la ira de las personas, quienes quemaron la moto en medio de la Intercomunal Barquisimeto -Acarigua.
Existen fotos donde se ve a Subero sentado con las manos hacia atrás, sin franela y custodiado por una persona, pero en otra imagen está solo en bóxer bocarriba en un charco de sangre y rodeado de varios polilara. Aunque al excastrense lo auxiliaron y trasladaron al Hospital Central, allí fue ingresado sin signos vitales con un diagnóstico de politraumatismo y heridas de bala.
Un día después de la muerte de Subero, el director del Cicpc a nivel nacional, Douglas Rico se trasladó hasta Lara para meter lupa al caso y al parecer, estuvo al mando de varios allanamientos que se realizaron en Palavecino. El primer reto para los funcionarios del Eje de Homicidios era ubicar a las personas que aparecían en algunas imágenes que circulaban por las redes sociales.
Desde las 3:00 de la mañana y hasta la noche, alrededor de 10 camionetas con “petejotas” desfilaban por las calles de las urbanizaciones cercanas a Valle Hondo. Un año después de lo ocurrido, aún los vecinos recuerdan esas madrugadas cuando llegaban tumbando puertas “buscando que alguien hablara”.
Transcurrieron 5 días y el crimen “ya estaba resuelto”. Según Néstor Reverol, ministro de Interior y Justicia, en primera instancia los implicados por el linchamiento habían sido apresados.
Ronny Granado; Uvaldo Martínez; Milarys Josefina Saavedra; Antonio Marín, Jonathan Riera Oropeza y un menor 17 años eran los señalados. Días después detuvieron a Jonathan Sandoval (23), Jesús Alejos (18) quienes fueron imputados por el delito de homicidio calificado en grado de cooperadores inmediatos, mientras que en Valencia apresaron a Anthony Pérez Torres como “Cuina” y a otro menor apodado “Cachorro”.
Según las investigaciones del Cicpc, ellos dos serían los responsables de disparar a Subero. En febrero de 2018 salieron en libertad 8 de los detenidos, pero se conoció que siguen tras las rejas dos adultos, entre esos “Cuina” en la cárcel de Fénix-Lara.