EFE | LA PRENSA.- El príncipe Enrique y la exactriz estadounidense Meghan Markle se han dado hoy el “sí, quiero” en una entrañable y soleada boda celebrada en la localidad británica de Windsor, que ha generado expectación máxima en todo el mundo.
La entrada de Markle, de 36 años, a la capilla de San Jorge del castillo de Windsor fue espectacular. Con un vestido blanco y velo sujeto por una tiara de diamantes Markle bajó del automóvil, que la llevó hasta el templo, donde le esperaba su prometido, el príncipe Enrique, quien iba vestido con el uniforme del regimiento de caballería “Blues & Royals” de la Guardia Real.
La prometida entró sola en la capilla acompañada por diez niños que hacían de damas de honor y pajes, entre ellos Jorge y Carlota, hijos de los duques de Cambridge, hasta que su suegro, el príncipe Carlos, heredero al trono y en ausencia del padre de la novia, la tomó del brazo para conducirla hasta el altar en el que la esperaba su prometido, el príncipe Enrique, quien iba vestido con el uniforme del regimiento de caballería “Blues & Royals” de la Guardia Real.
La ceremonia, que empezó poco después del mediodía, fue oficiada por el deán de Windsor, el referendo David Conner, mientras que el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia de Inglaterra, Justin Welby, fue el encargado de casarlos. Además, el obispo Michael Curry, que en 2015 se convirtió en el primer afroamericano en presidir la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos, pronunció un sermón sobre la fuerza del amor.
El novio, de 33 años llegó a la capilla acompañado por su hermano, el duque de Cambridge, que fue padrino y el encargado de llevar a los anillos que se intercambió la pareja en uno de los momentos más emotivos. Justo antes de la novia hicieron su entrada en el templo la reina Isabel II, de 92 años, junto a su marido, el duque de Edimburgo, de 96 años.
Markle, acompañada de su madre, Doria Ragland, emprendió su camino al castillo de Windsor también en un Rolls-Royce que partió del hotel donde pasó su última noche de soltera.
Posteriormente, el matrimonio hizo un recorrido en carroza por los lugares destacados de la villa de Windsor, decorados para la ocasión y donde fueron aclamados por las multitudes, entre ellas, por los apasionados que durmieron estos días en la calle.
The Archbishop leads the vows and the giving of the rings #RoyalWedding pic.twitter.com/861sNLbZD0
— The Prince and Princess of Wales (@KensingtonRoyal) May 19, 2018