Se enamora de su sobrina y la mata

Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Acababa de cumplir sus dulces 15 años. Una ado­lescente fue asesinada por su tío en el caserío El Plan, vía Cerro Negro de Río Claro. Aparentemen­te el hombre se enamoró de la niña, esta encontró un novio de su edad y la furia de los celos la des­cargó sobre ella con una piedra en la cabeza.

El presunto homicida fue identificado como Fi­del Onorio Peroza García de 44 años. La adolescente estaba el martes a las 8:00 de la no­
che en la casa con su ma­ma y sus hermanos. La chama se puso un blue jean, una camisa del equipo de fútbol español Barcelona y unas chan­
cletas blancas. Su tío Fi­del llegó con una biblia en la mano, pues aparen­temente acaba de asistir a la iglesia evangélica del pueblo.

“Hermano ya vengo; voy con mi tío y vengo en un ratico”, le dijo la me­nor a su hermano mayor, y salió de su casa. Ellos pensaron que regresaría en corto tiempo, pero pa­só toda la noche y no vol­vía.

A las 6:00 de la mañana, su hermano salió a bus­carla por el caserío y na­da. Buscó a su tío y le pre­guntó por la niña, pero el tío salió con la misma bi­blia en la mano y no sa­bia qué decir. “Parecía un angelito, decía que él no sabía nada, todo el tiempo con la biblia en la mano”, declara el herma­no de la víctima.

Pero a las 8:00 de la ma­ñana, ya cuando dos de los hermanos mayores se disponían a viajar hasta el ambulatorio de Río Claro para saber si la ado­lescente estaba herida y recluida allí, un amigo agricultor les contó que cuando iba subiendo en moto a Cerro Negro, vio el cuerpo de una mujer en una cuneta y al decir­les cómo andaba vestida, supieron que era ella.

Llegaron hasta la orilla de la carretera y ahí esta­ba el cuerpo de la mucha­cha. Estaba un poco hin­chada. La cara y la cabeza la tenía desfigurada y lle­na de sangre. A un lado de su cuerpo estaba una gran piedra llena de san­gre, supuestamente el ar­ma asesina.

Los hermanos de la quinceañera se enfure­cieron. Comenzaron a buscar al tío Fidel, pues era el último que la había visto con vida, pero cuan­
do voltearon a preguntar­le, Fidel estaba corriendo por el monte.“Fue él quien la mató”, dijo uno de sus herma­nos y corrieron detrás de
él buscándolo. Por un momento lo perdieron de vista, pero cuando se fijaron bien, había una casa de bloques que tenía dos pisos y estaba en
construcción.

Llegaron hasta allí y comenzaron a buscarlo, hallándolo en el piso de arriba.“¡Fuiste tú, verdad, te vamos a entregar al go­bierno!”, le repetían los hermanos de la adoles­cente a Fidel, quien a su vez decía “yo no hice na­da, no sé de qué hablan, recuerden que yo soy cristiano”.

Fidel comenzó a cami­nar escoltado por los her­manos de la víctima has­ta donde estaba el cuer­po. Los hombres lo tenían allí retenido y
cuando llegó Cicpc lo en­tregaron para que confe­sara. “El confesó, dijo que había sido él, al pare­cer celoso de la mucha­cha, estaba enamorado y ella no quería nada con él”, dijo uno de los hom­bres de la comunidad al equipo reporteril de La Prensa.

Funcionarios del Cicpc se llevaron al hombre y levantaron el cuerpo de la quinceañera. El hermano mayor de la muchacha contó que la mamá de la víctima le permitía ir a donde ese tío siempre y se quedaba en la casa con él. “Es un hombre solo, sin pareja ni hijos, cómo una ma­dre va a permitir que al­guien así se la lleve”, re­petía el hermano.

Esta no era la primera vez que Fidel agredía a una muchacha, pues a la misma hermana mayor de la víctima, quien aho­ra tiene 17 años, cuando tenía 13 trató de estran­gularla, pero la adoles­cente pudo liberarse.La madre de la jovencita no había visto el cuerpo. Supuestamente la seño­ra estaba abriendo una cuenta en el banco cuan­do le avisaron y no llegó tampoco a la morgue.

Cicpc investigará el mó­vil del caso, las heridas, y qué fue lo que provocó la ira en Fidel como para asesinar a su sobrina.