Jhonny Pérez | LA PRENSA DE LARA.- Migración de médicos al sector privado, falta de insumos en hospitales y ambulatorios, sumado a la clausura de servicios, limitaron la atención de pacientes en el sector público durante el 2023. Representantes del Colegio de Médicos y sindicatos de salud en Lara lamentan que no se hayan tomado los correctivos y que la precariedad se apoderara de los centros asistenciales.
Según la Federación Médica Venezolana, más del 60% del personal de enfermería en el país ha migrado al sector privado, una situación que abarca a médicos especialistas, quienes también buscan opciones laborales en otros países, pues según datos de esta organización, al menos 42.000 trabajadores de la salud han migrado debido a la crisis.
«Gran parte de nuestro personal sigue migrando al campo privado o a otro país para buscar nuevas ofertas de trabajo que mejoren los 5 dólares que ganan en los hospitales públicos. Pero la ausencia de personal no solamente se debe al factor económico, es la realidad en la que están sumergidos los centros, ya que no hay laboratorios, no hay rayos x y no hay insumos, lo que para los especialistas representa un gran desafío porque no tienen cómo atender a los pacientes», afirmó Alberto Domínguez, presidente del Sindicato de Trabajadores del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Una preocupación que también está latente en el Colegio de Médicos de Lara, pues, según la doctora Deyanira Gentile, un total de tres mil médicos del estado han entrado en la migración de personal público al privado como consecuencia de las precariedades en los hospitales.
«La situación que tenemos para el cierre de este 2023 en los centros de salud sigue siendo la misma, seguimos con servicios cerrados, falta de tomógrafos, déficit de medicamentos y a nivel de personal seguimos con un problema acentuado que seguirá porque el personal médico está muy mal pagado», sentenció.
A esta falta de personal se suma el cierre de áreas. Según investigaciones de sindicatos de la salud, hasta el 12 de diciembre al menos el 87% de los laboratorios en hospitales de la entidad permanecían cerrados, mientras que el 88% de las salas de rayos X también estaban cerradas.
«No existe un centro de salud idóneo que permita a los médicos trabajar de forma correcta», dice Gentile.