Osman Rojas | LA PRENSA.- El Seguro Social ya no es un hospital modelo. La imagen que durante años vendió el Gobierno nacional se vino al piso en los últimos cuatro meses. Denuncias por mala praxis médica, protesta por la falta de insumos, mal pago a los trabajadores y déficit de personal han marcado al Pastor Oropeza en lo que va de año.
Alberto Domínguez, presidente del sindicato de trabajadores en el Seguro Social, denunció las condiciones hospitalarias en las que se encuentra el centro médico y aseguró que ahora mismo la institución está en paro técnico. “La escasez es muy marcada. Nuestros médicos hacen milagros para multiplicarse y atender a los enfermos pero cada vez hay más deficiencias”, admitió el directivo.
Para Domínguez la debacle empezó en enero cuando el presidente Nicolas Maduro anunció el primer aumento salarial. “Las enfermeras empezaron a irse porque habían quedado por debajo del sueldo mínimo. Del primero al quince de enero el Seguro vivió días muy intensos porque cada 24 horas metían una renuncia”, explicó.
Luego del ajuste salarial las cosas no mejoraron. La diáspora de enfermeras fue sólo un anticipo. Cirujanos, médicos intensivistas, anestesiólogos, camilleros y hasta obreros empezaron a renunciar porque se iban del país o porque preferían dedicarse a otra cosa.
“Ahora mismo el Pastor Oropeza trabaja con el 40% del personal que tenía el año pasado. Hay servicio que pasan horas completamente vacíos porque no hay gente”, asegura Domínguez.
La falta de personal no es lo único que aqueja al Seguro Social. Según se pudo conocer la institución tiene un déficit de medicamentos que alcanza el 75%. Familiares de pacientes hospitalizados son los encargados de llenar las alacenas en la institución.
“Es mentira que el Seguro Social está mejor que los demás hospitales en el país. El Ministerio de Salud no abastece la institución. Allá tampoco hay medicamentos”, denunció el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en la Institución.
Tan grave es la situación dentro del seguro que el laboratorio de sangre que funcionaba dentro del hospital tiene tres meses paralizados por la escasez de reactivos. “El Seguro Social era la joya de la corona para el Gobierno pero ahora es una institución que da vergüenza”, soltó Rivas.