Osman Rojas | LA PRENSA.- Sus piernas son frágiles y muy delgadas. Tiene tres meses y medio, pero cualquiera que lo ve podría jurar que es un bebé prematuro que acaba de nacer.
Respira con dificultad, pero su madre, Margareth Zambrano, dice que es algo normal pues los médicos le han repetido hasta el cansancio que su hijo es uno de los tantos casos que nace con problemas crónicos debido a la mala alimentación de su progenitora.
“Tres de cada diez niños nacen así”, comenta. La mujer no se atreve a levantar el rostro y con voz pausada explica que el bebé llora porque tiene hambre. “Le meto el pecho, pero no me sale nada”, dice. A simple vista el niño está flaco, pero su problema es mucho más serio pues presenta un cuadro de malnutrición que alcanzó la tercera fase (severa) que amenaza con acabar su vida.
El dramático caso de la señora Zambrano no es nuevo para los médicos del Hospital Pediátrico de Barquisimeto. Según los datos que maneja la Asociación de Madres y Padres en Venezuela (Mapani), el 30% de los niños nacidos en hospitales públicos arrastran enfermedades crónicas producto del hambre.
La doctora Grethna El Alabi, presidenta de Mapani, asegura que en Lara los bebés nacen enfermos. La mala alimentación de las mujeres durante la etapa de gestación y la falta de medicamentos básicos como ácido fólico o complejos vitamínicos para el desarrollo del feto golpea de manera directa a los infantes.
“Semanalmente nosotros recibimos en nuestra fundación a cinco niños en etapa lactante (de cero a seis meses) con problemas crónicos y eso es algo anormal. Las madres en el estado no se están alimentando bien y por eso no pueden darle una alimentación correcta a los niños”, dijo El Alabi.
La especialista comenta que enfermedades como la diabetes infantil, malformaciones o problemas respiratorios son las principales aflicciones de los pequeños en la actualidad.
“La etapa de gestación hoy en día es traumática. En los hospitales vemos cómo se atienden a mujeres que llegan a dar a luz sin un eco y eso es grave. Hay embarazadas que deberían estar en reposo absoluto, pero están haciendo colas o trabajando porque si no, no comen”, dice.
Lo que más preocupa a los especialistas es la postura silente adoptada por el Gobierno nacional para atacar estos casos. La Organización Mundial para la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) establecen que cuando los casos de enfermedades crónicas relacionadas con hambre son recurrentes debe intervenir el programa de planificación familiar; sin embargo, en Lara no se dictan ni siquiera charlas para generar conciencia.
Los niños nacen sin saber lo que es el derecho a la salud y eso es algo grave. El Gobierno no se preocupa por garantizar un parto humanizado y eso hay que denunciarlo”, soltó el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en Lara.