Redacción | LA PRENSA.- Hasta morirse representa un golpe al bolsillo, pues los altos costos de los servicios funerales están por las nubes. Desde Bs. 8 millones, hasta Bs. 28 millones puede gastar una persona para despedir a un familiar, dependiendo si escoge enterrarlo o cremarlo.
“Debido a lo caro de las urnas, se han incrementado las cremaciones”, explica Marina Aponte, trabajadora asociada de la Cooperativa Cecosesola, quien asegura que en comparación al año pasado se han duplicado, pues solo en el mes de enero han procedido con más de 16 cremaciones.
Por su parte, quienes se inclinan por la opción de la sepultura, deben debatirse entre seleccionar urnas de metal (que actualmente escasean por lo costoso del material), madera o MDF (fibra de madera de densidad media), siendo está última la más económica.
“Ahora solo ofrecemos urnas de MDF, porque la láminas de metal no se consiguen y cuando aparecen de vez en cuando son impagables, pasan de Bs. 2 millones 500 mil por lámina” dijo una de las recepcionistas de la funeraria la Nueva Coromoto. Mientras que diez metros cúbicos de madera MDF se ubicaba en Bs. 3 millones, pero alcanza para fabricar alrededor de 15 piezas.
Prestadores de servicios aseguran que continuamente deben hacer una revisión de los costos e incrementar, incluso usuarios que mantienen contratos con cooperativas son llamados para ajustarlos según el comportamiento económico del país. Las mensualidades para socios oscilan entre Bs. 2 mil y Bs. 40 mil semanalmente.
Menos servicios
Empresas Cooperativas y privadas advierten estar en decadencia, pues ante la situación crítica del sector automotor, han dejado de prestar servicio de traslado colectivo por falta de insumos y repuestos. “Anteriormente se ofertaba una buseta grande, para las personas que no tenían vehículo pudieran llegar hasta el entierro, pero eso se acabó” dijo Aponte.
De igual forma, el refrigerio en los funerales se ve limitado por el incremento de los productos, la popular sopa fue totalmente desterrada del velorio, mientras que el café solo es servido si el fallecido es velado en las salas dispuestas por empresas.