Euseglimar González | LA PRENSA.- Carlos Alberto Pérez (44) fue hallado muerto en un cerro de Terepaima, en el municipio Palavecino. Estaba desaparecido desde el martes 19 de diciembre y sus familiares dieron con él tras cuatro días de búsqueda.
“Nunca me imaginé que era él, no lo podía creer”, decía con lamento la esposa de Carlos Alberto en la mañana en la morguecita del Cementerio Municipal.
Carlos salió de su casa en la parte baja de Terepaima, pero no dijo adónde iba. Se llevó un celular sólo para ver la hora, porque no tenía chip y un bolso. Ese día no llegó a casa y la familia comenzó a preocuparse, tras pasar un día de su desaparición fueron hasta los hospitales y la morgue para buscar información, pero nada que daban con él.
No fue sino hasta el sábado que comenzaron a escuchar rumores que en el cerro del Terepaima estaba una persona muerta. La familia decidió caminar y llegar hasta al sitio.
“Eso era muy lejos, no podían entrar carros. Por esa zona suben agricultores”, comentó un familiar del hombre.
A la hora de camino la familia dio con el cuerpo, con mucha impresión y pese a que estaba muy hinchado los familiares lo reconocieron. Aseguran que en el sitio no encontraron ni el celular ni el bolso de Carlos Alberto.
La esposa de Carlos contó que él no sufría de enfermedades y que no sabe cuáles pudieron ser las causas de la muerte. Aunque, según el reporte policial tenía una herida por arma de fuego en el abdomen, pero sería la autopsia que revelará la causa de la muerte.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc hicieron el levantamiento del cuerpo y lo llevaron hasta la morguecita. Aparentemente, la data de muerte era desde el mismo día en que desapareció. Ayer le practicarían la autopsia.
Carlos trabajaba como obrero en Ascardio desde hace varios años. Los familiares estaban desconsolados por su muerte y lo describieron como una buena persona.