Euseglimar González | LA PRENSA.- Los presos metieron presión y se salieron con la suya. Más de 65 horas mantuvieron secuestrada a la directora Carla Sara y a los cinco custodios en el área de Media de la Comunidad Penitenciaria Fénix, y ayer en la madrugada fueron liberados. ¿La razón?, les otorgaron los traslados de 50 reclusos hasta Vista Hermosa, en Ciudad Bolívar.
Los reclusos prendieron un motín el lunes y en medio del lío quedó atrapada la directora junto con los custodios y desde ese momento comenzaron las peticiones: el traslado de 250 presos y fin a los maltratos.
Sólo les fueron otorgados 50 puestos para los hombres y a la mitad de la población de las femeninas.
Carlos Meléndez, coordinador del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) en Lara, indicó que la situación por la que atravesó Fénix es la muestra de que el régimen penitenciario ha perdido la labor de la reinserción a la sociedad de los privados de libertad.
“Las autoridades dejaron de cumplir el papel educativo en las cárceles que tienen régimen. Ahora son dominadas por grupos delictivos. A pesar de que Fénix es bajo régimen cerrado suceden este tipo de situaciones como son los motines”, opinó.
Fuentes internas del penal contaron a La Prensa que la liberación de los rehenes se dio en la madrugada. Al parecer, la directora dejó de estar en cautiverio la noche del miércoles, pero cuando trató de salir los reclusos la secuestraron de nuevo.
Tras una mediación, presuntamente, con las autoridades la mujer y los trabajadores fueron liberados.
Los primeros traslados en salir fueron los 50 reclusos y el destino sería Vista Hermosa en Bolívar. Luego a las 5:30 de la mañana se dio un segundo lote de traslados y según los familiares salieron cinco Encava con mujeres y serían llevadas hasta Tocorón, Tocuyito y el INOF.
El martes en la tarde se conoció extraoficialmente que los reos le cortaron el cabello a la directora, práctica que aplican en el mundo delictivo contra las mujeres como parte de un castigo por una traición o por ir en contra de sus acciones.
La mañana de ayer la situación en el penal era distinta. Todo estaba en calma, no había militares en los alrededores de la cárcel. Sólo estaban los familiares a la espera de información sobre los privados de libertad trasladados.
“Bomba de tiempo”
Meléndez sostuvo que Fénix se ha convertido en una “bomba de tiempo” y que pronto podría estallar nuevamente. Meléndez explica que todo comienza a partir de los derechos humanos de los privados de libertad. Apunta que en el sistema penitenciario existe un deterioro de la justicia.
“Se ha transferido la autoridad a grupos delictivos en las cárceles. Se ha visto cómo los pranes y ministra negocian y ceden ante sus solicitudes”, contó.
Meléndez explicó que este tipo de situaciones de conflictos se seguirán viendo en las cárceles de Lara si no hay una depuración general de las autoridades penitenciarias. A su juicio, el Ministerio al ceder ante los reos ya ellos no los ven como una autoridad, sino como un negocio.