Osman Rojas | LA PRENSA.- El diablo sigue de moda en las regiones montañosas del estado. Históricamente las zonas rurales se han prestado para ritos diabólicos que causan terror en la población. Esta vez fue Maraca (caserío ubicado a dos horas del Tocuyo) el que sirvió de escenario a cinco niños que supuestamente pactaron con el diablo “a cambio de favores”.
Este hecho tiene aterrorizados a los pobladores de Maraca y de todo el municipio Morán, quienes al enterarse de los actos de exorcismo hechos por pastores evangélicos a los muchachos por las marcas y quemaduras que se hicieron el cuerpo temen que se trate de una secta.
El mayor del grupo tiene 15 años y según los lugareños fue quien reclutó a los otros cuatros en el liceo del poblado para que realizaran estas prácticas satánicas tras ser inducido por un hombre mayor casi hermitaño conocido como “Chico” que habitaba en la zona.
Aparentemente el anciano entregó al quinceaño (para ese entonces de 10 años) un libro de ocultismo y magia negra. Según relata el muchacho (pionero de esta practica) el diablo se le presentaba en sueños cada vez que iba leyendo el libro. El adolescente confiesa que sus primeros encuentros con Satanás fueron inocentes. “En el sueño veía formas y figuras que él me pedía que dibujara”, comenta avergonzado.
Poco a poco el joven fue interactuando mucho más con el demonio y las peticiones de Satanás aumentaron. Supuestamente el diablo le concedió la habilidad de transformarse en lobo siempre y cuando él incitara a sus amigos a participar en juegos satánicos como Sarita-Sarita, la Ouija o la Ballena Azul.
Fue en ese momento cuando cuatro niños más entraron en la escena. Los muchachitos son estudiantes del liceo de Maraca y allí hablaban de los ritos satánicos y los poderes que el diablo entregaba.
“Nos pedía que nos cortáramos y que pactáramos con nuestra sangre en papel”, confesó una niñita de 12 años que presenta cortadas y quemaduras de segundo grado en las piernas y quien presuntamente se casó espiritualmente con su mentor.
Los niños eran tan reservados para hacer sus rituales que los padres no se daban cuenta de lo que pasaba hasta que, supuestamente, Satanás tentó al muchacho de 15 años por medio de una sombra y le pidió que matara a su hermana y se la diera en sacrificio. El muchacho se horrorizó con la propuesta y dijo que no.
Dos días después la sombra volvió a tentar al muchacho pero, una vez más, la respuesta fue negativa. La presión sobre el joven aumentaba con el pasar de las horas y el demonio empezó a atormentarlo para que cediera a su petición. “Veía al diablo parado en cualquier parte”, confiesa.
El tormento del diablo era tan grande que el pasado martes 5 de diciembre el muchacho habría tomado la decisión suicidarse. Ese día el joven se levantó y tomó su libreta para escribir una carta de despedida. “Hoy tengo que morir”, escribió en reiteradas ocasiones antes de salir de su casa para despedirse de sus amigos.
Primero visitó la casa de su esposa espiritual (muchacha que también estaba involucrada en los juegos satánicos) y luego buscó a sus compañeros del liceo.
Mientras el joven hacía el recorrido su mamá entró al cuarto para limpiar y debajo de la almohada encontró las cuatro paginas escritas. “Se va a matar”, le dijo al papá alarmada por el hallazgo y ambos salieron a buscarlo por todo el pueblo. Mientras esto pasaba él adolescente camina pensando si se ahorcaba o se clavaba algo en el pecho.
Fue entonces cuando pasó frente a la iglesia cristiana (templo que dirige su papá) y se quedó parado durante unos minutos. “Me voy a entre…) dijo el joven antes de caer desmayado en las puertas de la iglesia.
Allí fue encontrado por unos evangélicos quienes empezaron a orar, por espacio de dos horas, hasta que el joven despertó.
El muchacho confesó todo y en ese momento los cristianos empezaron a practicar la liberación (métodos utilizados por las iglesias pentecosteses para reprender al diablo). Según los cristianos las oraciones surtieron efecto, pues a los pocos segundos el joven empezó a vomitar y a expulsar los demonios.
El mismo proceso fue hecho con los otros cuatro niños quienes pidieron perdón a sus padres por haber tentado al diablo e incluso vender sus almas a cambio de favores.