Osman Rojas | LA PRENSA.- Tener acceso a una cama en el Servicio de Terapia Intensiva (UCI) del Antonio María Pineda es cuestión de suerte. Las seis camas disponibles que tiene el área en la actualidad son insuficientes ante la cantidad de enfermos que diariamente visitan la institución.
“Nos quedamos cortos. Todas las semanas tenemos exceso de pacientes y hay que ver cómo se les resuelve porque tampoco tenemos permitido referir enfermos”, comentó uno de los residentes del servicio que prefirió no revelar su nombre.
El informante cuenta que lo que más llegan son casos de Accidente Cerebro Vascular (ACV) que necesitan ser intubados. Esos enfermos son relegados al área de trauma shock que está en la institución.
“Este lunes amanecimos con una señora que necesitaba ventilación mecánica y que tuvimos que dejar en un área habilitada porque aquí no hay camas”, continuó el médico.
Ruy Medina, exdirector sectorial de salud en el estado y fundador de la Emergencia en el Antonio María Pineda, habló de este problema y dijo que la situación no es nueva pues desde hace años la institución está reclamando un servicio con por lo menos 40 camas.
“¿Qué pasa con un enfermo que llegue en condiciones graves y necesite ser hospitalizado? El deber del médico es atenderlo, pero tampoco vamos a desconectar a un paciente para salvar a otro”, comentó Medina.
El problema con la cantidad de camas en UCI se viene arrastrando desde hace años, pero es ahora cuando más se siente pues la demanda de enfermos en la institución se ha duplicado durante el 2017.