Evana Materan | LA PRENSA.- Mirar los anaqueles de las panaderías da tristeza. La producción de pan salado y dulce va en picada. Los panaderos no tienen harina, levadura, azúcar y manteca suficiente para cubrir la demanda.
“Es primera vez en tantos años que vemos el negocio tan vacío”, lamentó Alida de Leal, quien tiene más de dos décadas atendiendo en una panadería ubicada en el centro de Barquisimeto. Añadió que han dejado de ofertar tortas, galletas y otros tipos de productos porque tendrían ue invertir más de 3 millones en la materia prima.
Sólo pueden producir pan salado cuando les llegan los 40 sacos de harina que les suministra el gobierno mensualmente. Les alcanza hasta 15 días y deben completar con mercancía bachaqueada. Los comerciantes ni siquiera pueden ofrecer refrescos, leche o jugos porque la falta de distribución tiene las neveras peladas. “Ni llegan las bebidas”, manifestó el encargado de la panadería de la avenida Vargas.
Recordó que desde hace seis meses han observado la disminución en la entrega de los pedidos. Los proveedores les han comentado que se debe a fallas en la producción de las empresas. “A dónde vamos a parar”, se preguntó. Esta situación hace imposible que los clientes puedan pasar una tarde amena conversando
con amigos en las panaderías y consumiendo estos productos como lo hacían hasta hace año y medio.
“Aquí nada más se puede comprar el pan canilla”, expresó Diana Castillo, mientras pedía un pan y aseguraba que ni las chucherías son una opción para comprar pues hay pocas y caras.La falta de productos ha bajado las ventas y también ha obligado a los comerciantes a modificar el horario de trabajo. Sacan el pan una o dos veces al día y los domingos no abren la santamaría para ahorrar materia prima.
Además, esta realidad ha influido en la reducción en la nómina de trabajadores por no tener cómo pagarles los sueldos. “Es difícil mantener el personal”, comentó Juan Méndez, quien tuvo que despedir a dos empleados.