Osman Rojas | LA PRENSA.- El oficio de los visitadores médicos en el estado pasó de referencia a olvido. En menos de tres años, el equipo de 100 profesionales que había en la entidad se redujo a sólo ocho.
El cierre masivo de laboratorios y la escasez de fármacos que alcanza el 85 % son factores determinantes para empezar a justificar la ausencia de estos profesionales.
“Sinceramente, tengo más de dos años que no veo a un visitador en mi consulta”, esas fueron las palabras utilizadas por el doctor René Rivas, vicepresidente del Colegio de Médicos en el estado Lara, cuando se le consultó por la ausencia de estos trabajadores en las clínicas y hospitales.
El especialista fue enfático al asegurar que el Gobierno nacional es el principal responsable de acabar con un oficio que data de los años 60.
“Se intentó crear un modelo paralelo que sólo empeoró las cosas. La escasez de medicamentos hoy en día es muy alta y si un visitador no tiene qué vender para qué va a los consultorios”, soltó Rivas.
El problema con los visitadores médicos no es nuevo. Ya en 2015, el grupo de 100 trabajadores registrados en el estado sufrió un bajón del 20% en su nómina cuando tres laboratorios se declararon en quiebra. Más adelante, en el año 2016 fueron 50 los profesionales que perdieron sus trabajos por la ida de seis industrias.
Pero allí no termina la cosa y es que, en lo que va de 2017, veintidós visitadores médicos han tirado la toalla para dedicarse a otros oficios por no tener medicamentos con qué trabajar.
Jaime Zambrano, vocal de la Federación Médica Venezolana, mostró su tristeza por este fenómeno que ha golpeado con fuerza al modelo tradicional en el ejercicio de la medicina.
“Los visitadores médicos eran aliados de los doctores porque ofrecían las actualizaciones de medicamentos y ahora eso es cosa del pasado. Yo recibía en mi consulta a dos o tres por semana y siempre dejaban muestras que ayudaban a los pacientes de bajos recursos. Ahora mismo tengo suerte de recibir a un trabajador al mes y eso es algo que lamento en el alma”, dice Zambrano.